Usain Bolt dejó el crono en 9,58 para confirmar que vuela a ras de suelo
Bolt, Bolt, Bolt. La cita más esperada en el mundo del atletismo desde 2008, el momento más ansiado del campeonato del Mundo de Berlín. Y no defraudó. Un hombre, jamaicano de procedencia, Usain Bolt, es capaz de correr cien metros en 9,58 segundos. Es ... el más rápido del momento y de toda la historia. Es el desafío a los límites del ser humano.
La final de los 100 metros lisos dejó una radiografía de lo esperado, un triunfo aplastante del jamaicano. No dio la opción a nadie de acercarse a su sombra. Su rival, el americano Tyson Gay, firmó la tercera mejor marca de la histora (9,71), agarró la plata, pero se fue cabizbajo a sabiendas de que en su carrera deportiva, y a priori, en la historia, será siempre segundo tras Bolt.
La carrera en sí, aparte de la forma de «volar» de Usain sobre la pista especialmente a partir de los 40 metros, con una salida de 146 milésimas, sólo dos peor que Gay, no dejó sin embargo, las estridencias y los gestos en el tramo final como suele acostumbrar el jamaicano. La tercera plaza y el bronce mundial fueron a parar su compatriota Asafa Powell, que por fin se subió al podio en una cita importante.
Agachados en posición, preparados en los tacos de salida, esperando el disparo para poner todos sus músculos en tensión, los ocho hombres más rápidos del momento se medían en la pista azul de Berlín en torno a las 21.40 de la noche. Todos ellos, con marca personal por debajo de los 10 segundos: Dwain Chambers, que se perdió la cita Olímpica de 2008 por haber sido sancionado por dopaje durante dos años en 2003 y no querer llevarle la selección británica por ello; Daniel Bailey, velocista de Antigua y Barbuda, que ya plantó cara a Bolt en la segunda ronda y acabó también tras él la semifinales; Darvis Patton, la segunda baza americana tras Gay, oro en 2003 y 2007 en el 4x100; Marc Burns, de Trinidad y Tobago, plata por equipos en Pekín´08; Richard Thompson; compatriota del anterior, plata en los 100 metros lisos de los Juegos de Pekín por detrás de Usain Bolt y plata en el 4x100, fueron los otros cinco velocistas que tomaron la salidad en la cita deportiva más rápida del mundo.
Y es que, los otros tres de sobra son conocidos por todos. Tyson Gay, que llegaba a Berlín fijando la mejor marca del año en 9,77 segundos y defendiendo el título de Osaka; Asafa Powell, el jamaicano que bajó hasta 9,74 el récord del mundo, y el también jamaicano y, «avión» de profesión, plusmarquista mundial, oro olímpico y oro mundial en 100 metros lisos. Bolt, Bolt, Bolt.
Con 22 años, capaz de ofrecer a la cámara un sinfín de estridencias, jugueteos, bailecitos y muecas abrazado a su bandera amarilla, negra y blanca, es capaz de volar sobre el asfalto, de retar a los números de un cronómetro y de conseguir batirlo.
Como es obvio, el jamaicano bajó también, sin darse cuenta probablemente, el récord del campeonato que aún poseía desde Sevilla ´99 el excéntrico Maurice Greene, que entonces, paró el cronómetro en 9,80 segundos y se colgó el oro. Y parecía poco.
Lo más llamativo de todo, no obstante, es que Bolt, fiel a sus reflejos habituales, se dejó llevar en la línea de meta. Unos metros antes de la cinta miró a un lado y, seguro de que tenía el oro en la mano, no hizo el esfuerzo final y entró en la meta, en los últimos metros, dejándose llevar y empezando ya a levantar los brazos. Un par de décimas se quedaron en el tintero.
Las «semis» como aperitivo
Ya a media tarde, Bolt anunció lo que se podía esperar en la final. Los dieciséis hombres más rápidos del mundo se enfrentaron en dos series para buscar una de las ocho plazas de la final. Sólo pasaban los cuatro primeros en cada carrera, y no defraudaron.
La primera serie, con descalificación incluída del británico Tyrone Edgard por hacer la segunda salida nula -la primera la cometió, entre risas y gestos, el propio Usain, la primera de su vida-, se la llevó de calle el jamaicano clavando una marca de 9,89 sin despeinarse y dejándose llevar desde el paso por el 60. Primero en su serie, con una calle principal para la final, y sin cansarse. La segunda carrera fue para Gay con una buena marca, 9,93. Al final, una simple anécdota.
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