El triatlón nacional se pone en la balanza

Porque España, una potencia mundial en este deporte, ha visto cómo en los últimos años se creaba una cierta desproporción entre los resultados magníficos de los chicos –con Gómez Noya, Mario Mola y Fernando Alarza brillando en el panorama mundial– y las actuaciones más discretas de sus chicas. «La idea es buscar un equilibrio, elevar el nivel del triatlón femenino español para poder luchar también por esa medalla en Tokio», explica a ABC Iñaki Arenal , director técnico de la federación. Él es el arquitecto del triatlón nacional. El hombre encargado de dibujar la senda para llegar a los Juegos de 2020 de la mejor forma posible. Arenal sabe que una de las tareas más importantes de los próximos dos años es que la generación de chicas que viene pidiendo paso en el triatlón español dé un paso adelante.

«Creo que con las políticas implementadas con la ayuda de Iberdrola estamos en el buen camino para que en Tokio España sea también una potencia mundial en el apartado femenino», señala José Hidalgo, presidente de la federación . El dirigente desvela que las nuevas ayudas están sirviendo para que las promesas femeninas puedan acumular experiencia y mejorar sus resultados pensando en Tokio 2020. « Gracias a esa inyección económica nos podemos permitir que puedan participar en grandes eventos . Hasta ahora, quizá, había prevalecido la inmediatez y ahora hay la posibilidad de ir dando oportunidades a muchas mujeres y espero que podamos rentabilizarlo en un par de años», afirma Hidalgo.

En ese crecimiento es muy importante la detección del talento de manera precoz y es ahí donde la federación ha centrado su esfuerzos en los últimos años. Las licencias no paran de crecer dentro de uno de los deportes de moda en el país . «En 2017 han experimentado un aumento del diez por ciento. De las 30.000 con las que se acabará el año, algo más de 6.000 corresponden a mujeres», detalla Kika Escobar, miembro de la federación y de la Comisión de Mujer y Deporte del Comité Olímpico Español sobre el número de mujeres con licencia, que se ha multiplicado por seis en la última década.

A pesar del crecimiento, se echa en falta una gran figura que arrastre al talento de la cantera. Un modelo al que crecer imitando. Ese rol podría encarnar perfectamente Ainhoa Murúa , cuatro veces olímpica y una de las caras más reconocibles del triatlón femenino español. « Cada vez hay más niñas que practican este deporte, pero es difícil para ellas dar el salto desde la competición nacional o amateur a la internacional . Tener ayudas como las de Iberdrola es muy importante, porque antes para competir fuera muchas veces tenías que cubrirte los gastos si no tenías un determinado nivel», explica a ABC la deportista vasca, que asus 37 años y a punto de ser mamá se debate sobre si continuar o no para preparar sus quintos Juegos Olímpicos .

Sea cual sea su decisión, la federación cuenta con ella para ayudar a las más jóvenes. Chicas como Inés Santiago, Cecilia Santamaría o Carmen Gómez. Jóvenes llenas de talento , que vienen pidiendo paso en el panorama internacional, al que podrán sumarse gracias al apoyo que le llega a la federación por parte de sus patrocinadores. «Es muy importante invertir en la base para crecer y llegar a lo más alto del ránking mundial. Antes adolecíamos de dinero para poder hacer esa inversión, pero ahora eso ha cambiado», apunta José Hidalgo, consciente de que el esfuerzo para igualar la balanza y llegar a Tokio con opciones de éxito en las tres pruebas del triatlón olímpico será importante, pero que merecerá la pena.