Wiggins y Froome sentencian el Tour

Pasadas estas oportunidades, se esperaba que, al menos, hubiera movimiento en la subida final al Peyresourde. Ante la debilidad exhibida por Evans, todas las miradas apuntaban a Vincenzo Nibali, el único capaz de desafiar el dominio del Sky. Y el «Tiburón» siciliano lo probó, aunque fue en vano . Sus acelerones volvieron a ser bien neutralizados por el binomio Froome-Wiggins, que esta vez sí permanecieron inseparables y sin fisuras en todo momento. El terceto que se formó tras la neutralización rodaría bien avenido (el descenso no era complicado) hasta la meta de Bagnères-de-Luchon. Con casi total seguridad, compartirán también los tres cajones del podio de París .

Una vez más, el gran perdedor de la jornada volvió a ser el australiano Cadel Evans. El todavía campeón del Tour perdió cinco minutos con los mejores, lo que le aleja definitivamente de sus opciones en la general. Uno de los grandes beneficiados de su hundimiento fue el español Haimar Zubeldia , que llegó en un grupo con Cobo y Valverde a un minuto escaso de los tres hombres más fuertes de la carrera. El corredor del Radioshack es actualmente quinto (posición que ya ocupó en las ediciones de 2003 y 2007), a unos asequibles 1'27" del cuarto puesto de Van den Broeck.

El espectáculo que no dieron los hombres de la general se compensó con la lucha por la victoria de etapa. Ya de salida se formó una monumental escapada de 38 corredores. El Aubisque y el Tourmalet se encargaron de aplicar un exigente filtro que dejó a Voeckler, Feillu, Ten Dam, Vinokourov, Martin y Sorensen como los candidatos al triunfo final.

Aunque de todos ellos, Voeckler era con diferencia el más fuerte . Sus sucesivos acelerones descolgaron y distancieron a sus compañeros de aventura, permitiéndole llegar en solitario a la línea de meta. Segundo fue el danés Sorensen, el único capaz de rivalizar con el francés en el histrionismo de sus caras de fatiga. En cualquier caso, Voeckler completó una jornada redonda haciéndose también con el maillot de la montaña. Un maillot que tendrá que defender este jueves, en el último paso por los Pirineos y la penúltima ocasión (todavía queda una larga contrarreloj de 53 km.) para los favoritos de intercambiar posiciones en la clasificación general.