El Vince Lombardi regresa a Green Bay

El partido fue una reproducción de la temporada de los Packers; una montaña rusa para un equipo que ha sufrido más que nadie y que, a pesar de caer seis veces en la temporada regular, jamás se ha rendido . Ni siquiera con las quince lesiones que han sufrido este año y que volvieron a aparecer en el peor momento posible.

La final comenzó a todo trapo. Rodgers no tardó en conectar con sus receptores para comenzar mandando en el marcador. El primero en tocar la gloria fue Jordy Nelson . Al otro lado, Ben Roethlisberger, quarterback de los Steelers, jugaba su tercera Super Bowl. Tras vencer en las dos anteriores, «Big Ben» buscaba un triunfo que borrase su sanción de comienzos de temporada. Pero, tras la primera anotación de Green Bay, Roethlisberger fue interceptado por Collins , que volvió a atravesar la endzone.

Los de Pittsburgh comenzaron a jugar la Super Bowl en el siguiente drive, combinando el juego subterráneo de Mendenhall con pases de Roethlisberger. El ataque, sin embargo, fue detenido por la defensa de los Packers, que obligó a los Steelers a inaugurar su marcador con un field goal (14-3).

Tres pérdidas suelen ser demasiadas para aspirar a ganar una Super Bowl. Jarrett Bush logró la segunda intercepción del partido para los Packers, que recuperaban de nuevo el balón. Rodgers no desaprovechó la oportunidad y encontaría a Jennings para anotar el tercer touchdown del partido. La solvencia de los Packers parecía dejar sin emoción la XLV Super Bowl.

A menos de dos minutos para el descanso, los Steelers necesitaban recortar distancias. Roethlisberger , con formación en shoutgun, comenzó el drive completando un pase profundo a Shields . Las cosas comenzaban a funcionar. Ya cerca de línea de anotación, «Big Ben» encontraba a Hines Ward en dos pases consecutivos que significaban el primer touchdown de los Steelers.

El partido parecía entrar en una fase favorable para los de Mike Tomlin tras esa anotación. Por su parte, los de Green Bay habían perdido a Charles Woodson , cornerback de los Packers nombrado mejor jugador defensivo en 2009, que se rompió la clavícula antes del descanso. La marcha del capitán y líder del vestuario dejaría tocado al resto del equipo para el tercer cuarto. Woodson intentó animar a la plantilla mientras los Black Eyed Peas sonaban en el Cowboys Stadium, pero apenas pudo articular palabra.

La baja de Woodson, en efecto, restó potencial a los Packers tras el descanso. Los Steelers anotaron en su primer drive del tercer cuarto en solo 5 jugadas para 50 yardas completado una excelente carrera de Mendenhall hasta la endzone. Parecía cuestión de tiempo que los Steelers tomaran el mando en el marcador, pero el tercer cuarto se cerró sin más anotaciones.

El último cuarto no pudo empezar mejor para los Packers. Mendenhall, atacado por un excepcional Clay Matthews, dejó escapar un balón recuperado por Bishop . Rodgers volvió a encontrar a su receptor favorito, Greg Jennings, para aumentar las distancias (28-17).

Los Steelers volvieron a la carga con un gran Roethlisberger y se pusieron a tres puntos de los Packers al ejecutar una opción de dos puntos tras el touchdown logrado por Wallace. A siete minutos del final, los Packers no podían hacer otra cosa que seguir con su juego de pase. Jennings y Jones pusieron a los de Green Bay a unas yardas de la endzone , pero allí fueron detenidos por la «cortina de acero» de los Steelers, una de las más aguerridas de la liga.

Tras el field goal, con 25-31 en el marcador, los Steelers tenían en su mano la victoria. Eso sí, tenían que anotar un touchdown en poco más de dos minutos y con un único tiempo muerto disponible. Roethlisberger ejecutó el primer pase, metiendo miedo a los «cheeseheads» que se dieron cita en el estadio de Texas. Los últimos cuatro intentos -a la desesperada- de los Steelers fueron incompletos , dejando la Super Bowl a unos Packers que consiguen su decimotercer título de la historia.

La victoria final encumbró a un equipo histórico, el único en propiedad de sus propios socios y que acumula más victorias que nadie en la historia de este deporte. Pero la XLV Super Bowl deja, sobre todo, a Aaron Rodgers como el gran ganador de la cita .

El californiano, que pasó tres temporadas a la sombra de Favre, ha conseguido llevar a su equipo hasta la gran final de la NFL. Lo ha hecho a pesar de que no ha contado desde el inicio con el apoyo de parte de la grada del Lambeau Field, que siempre ha añorado al mítico «4». Su magnífica temporada regular, y sus excepcionales actuaciones en los playoffs han puesto a este joven de 27 años entre los quarterbacks más importantes de la Liga.

De hecho, Favre -retirado por tercera vez esta temporada- jamás logró ser nombrado MVP de la Super Bowl, a la que llegó en 1996 y 1997. Su partido de anoche, con 24 pases completos de 39 intentos, 3 04 yardas, 3 touchdowns y un rating de 111.5, ya está grabado con letras de oro en la historia de los Packers.