Golf

El secreto de Jon Rahm y su barriga

Ambición, cordura y un técnica singular, las cualidades del golfista español que busca hacer historia en el Masters de Augusta, que arranca hoy como favorito

Rahm, durante el Masters de Augusta EFE

Si hay algo que distingue a Jon Rahm del resto de jugadores son sus profundas convicciones. Tiene más que claro cuál es su papel en el mundo del golf, tanto en el plano personal como en el institucional y, al contrario que el resto, no ... mira tanto el día a día como lo que sucederá en el futuro. Para llegar a esa madurez a los 26 años es necesario tener una cabeza muy bien amueblada. Y el vasco, que ha pasado un calvario para llegar hasta donde está, la tiene de sobra. Es su gran atributo para soñar alto en el Masters de Augusta que hoy comienza y que tiene grabado a fuego entre ceja y ceja.

Se dice que el golf es 90% cabeza y 10% técnica. Y eso, cuando se sufren lesiones, es fundamental para progresar. En el caso de Jon, con pies cavos desde su infancia, tuvo que calzar plantillas y no pudo realizar un swing convencional como los demás. Al no realizar un giro completo de tobillos tiene un movimiento más recortado del palo, aunque lo suple con una mayor velocidad en el impacto de la bola.

De esta singularidad ha ido consolidando un golpeo en el que la forma física no es tan necesaria como en sus compañeros. Y, pese a trabajar a diario en el gimnasio, no está tan preocupado por mostrar un cuerpo musculado como la mayoría de ellos. De hecho, renunció a un plan de trabajo convencional para no perder su tradicional barriguita y sus distancias entre el palo y la bola. El golfista se acostumbró a sortear su voluminoso estómago para ejecutar el swing, que exige una mecánica muy repetitiva, y el ejercicio lo alteraban de forma nociva. Adelgazar trastoca el dibujo de sus golpes. Él como buen vasco, siente un aprecio por la buena comida que le beneficia más que le perjudica.

Sus habilidades las pondrá en práctica en Augusta, el primer puerto de montaña del año. Las lluvias han dejado el campo largo y pesado , unas condiciones que no tienen que ver con las que se entrenaron previamente. Jon prefiere no obsesionarse. «Estuve practicando en mi club de Arizona sin pensar en lo que me encontraría aquí. Los greens son diferentes y cuando estás en el National cuentan más tu experiencia anterior y lo que recuerdes de otros años que lo que hayas hecho en los días previos. Este campo es más de memoria que de práctica. Aquí siempre lo he hecho bien (es el líder estadístico en resultados, vueltas bajo par, eagles y top 10) y siento que puedo ganar en cualquier momento. Y será entonces cuando todo llegue: la vuelta al número uno mundial y sobre todo hacer historia en el golf español, pues sería el primero en acumular Masters y Open USA en el palmarés».

Acerca de haber perdido el número uno del mundo, Rahm no se muestra agobiado. «Ya me sucedió antes y lo recuperé. No es un problema y sé que todas las semanas me van a preguntar por lo mismo; cuando no lo tenía para saber cuándo iba a ser el primero y cuando ya lo era, que si lo iba a mantener. En fin, que no siento más presión esta semana que otra; Scottie Scheffler se lo merece en estos momentos y cuando me toque recuperarlo, ahí estaré».

La lista de ganancias de los jugadores dice que Rahm suma unos 57 millones dólares en ingresos acumulados. Sin embargo, para el de Barrica eso no es una prioridad. «Cuando empecé a jugar al golf no lo hice por dinero y nunca me lo he planteado así. Mi motivación es otra; yo busco hacer historia y dejar un legado para el futuro».

Siempre menciona Jon a Ballesteros y Woods como sus referentes. Pero no tiene realmente nada personal que recordar de ellos. «Lamentablemente, por la diferencia de edad, no pude tratar con Seve y lo que me ha transmitido ha sido a través de los vídeos de su carrera, pues me los he empapado todos. Y con respecto a Tige r, lo más que le saqué una vez que me acerqué a él fue un ‘que tengas un buen día’. La verdad es que no es muy hablador y, salvo su amigo Justin Thomas, no creo que nadie haya recibido un consejo suyo jamás».

Desde que fue padre hace un año, Jon cambió su visión de la vida. Y espera un segundo retoño. «En el campo soy un competidor nato, pero en cuanto acabo de jugar y me voy a casa, todo cambia. La hora de juegos con Kepa me hace sentir otra persona y me evade del golf. Siento que en ese momento él me necesita y trato de ser el mejor padre posible».

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios