Nike absuelve a Michael Vick

La noticia conmocionó al mundo del deporte para el que Vick, miembro de una familia de deportistas afamados, era una figura de referencia. Nike, marca deportiva que lo patrocinaba, fulminó el contrato con el jugador y declaró en un comunicado de prensa que consideraban «cualquier crueldad contra los animales algo inhumano y aborrecible».

Ahora, pasados casi cuatro años, la marca ha recuperado el contrato con Vicks. Según Derek Kent, portavoz de Nike, «Michael reconoce sus errores del pasado». «No condonamos esos actos, pero sí respaldamos los cambios tan positivos que ha hecho para ser mejor fuera del campo» , añade Kent. En este tiempo, Vick ha cumplido 18 meses de pena en prisión y dos de arresto domiciliario. El jugador regresó a la NFL en el otoño de 2009 y sus buenas actuaciones en las últimas temporadas han hecho que vuelva a ganarse el favor de muchos.

Aún así no deja de sorprender que la misma marca que definiera como «inaceptables» las acciones de Vick y que mantiene una activa labor filantrópica con proyectos para paliar el hambre en el cuerno de África o frenar la expansión del sida, haya vuelto a esponsorizar al jugador. El nuevo acuerdo ha avivado las iras de muchos, entre ellos los grupos de defensa de los derechos animales. Un grupo de activistas se manifestó el sábado frente a la tienda insignia que Nike posee cerca de la quinta avenida de Nueva York. «Pedimos el apoyo de cualquiera que tenga un animal de compañía, los activistas por los derechos de los animales y cualquier ser humano decente para hacer saber a Nike que no toleraremos esta asociación con un vil abusador de animales», declaraban en una octavilla que repartían frente a las puertas del comercio, donde increpaban a quienes entraban en el establecimiento.

El contrato es solo otra de las formas con las que Vick está lavando su imagen y haciendo caja por la experiencia. A las entrevistas y el trabajo comunitario se ha sumado recientemente la publicación de su autobiografía, «Michael Vick: por fin libre» , de la que el atleta está vendiendo 7.777 copias –el 7 es el número que viste en su camiseta– por el desorbitado precio de 99,99 dólares. Por llegar está aún el documental que cuenta la caída a los infiernos de Vick y que se estrenará en los cines americanos entre Acción de Gracias y la Super Bowl.