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Mundial de Resistencia

Sonrisas rumbo a Indianápolis

Fernando Alonso ganó las tres pruebas que corrió en 2019 y apunta optimista a las 500 Millas

Alonso, en el podio de Spa EP

José Carlos Carabias

Aún se ven copos de nieve en Spa mientras luce el sol en Asturias, donde ayer compareció Fernando Alonso después de un viaje relámpago que lo transportó desde la noche gélida en Bélgica a una prueba de seis horas de karts en el campeonato de Asturias en el circuito que lleva su nombre en La Morgal, a las afueras de Oviedo. Después de unos cuantos años en los que el piloto digería sin mover la mandíbula los sucesivos chascos de la Fórmula 1 y ese McLaren renqueante, proclama ahora un estado de optimismo . Está contento Alonso porque gana. Su vitamina es el podio, las victorias, el escenario que echaba de menos recostado en una tumbona en el circuito de Interlagos. Tres carreras en 2019, tres triunfos : Daytona, Sebring y Spa. Con ese brote de entusiasmo se ha enganchado a su próximo objetivo, el punto nuclear del curso: las 500 Millas de Indianápolis .

Los licenciados en alonsismo conocen el perfil gladiador del piloto, su espíritu de lucha por encima de todas las cosas. Se exprimía igual en el McLaren que rompía los motores Honda que en el Ferrari desafiante del Red Bull o aquel Renault azul que lo transportó a la gloria.

Aprieta lo mismo en este escenario Toyota , el coche 8 que pronto descansará en su museo asturiano. Y aunque el WEC proclama el espíritu de equipo, la impronta de la marca (Toyota ha conseguido el título en el Mundial de constructores) y todas las bondades corporativas, Alonso persigue victorias.

Como ganó las 6 Horas de Spa junto a Buemi y Nakajima , el español pasó por alto algún desliz estratégico de los ingenieros en las paradas en los garajes. Pero aún así, no puede evitar que le salga el gen batallador que le ha llevado a la cumbre de la Fórmula 1. «Nos merecíamos más puntos de los que tenemos», recordó.

La chispa de la competición es superior a sus fuerzas . «¿Entonces? ¿Qué crees? ¿Que vamos a ir a mi circuito a comer unas tortillas y a tomar una sidra?», replica cuando se le pregunta si las 6 Horas de karts que ayer completó con De la Rosa y Burgueño eran una campeonato oficial. «Terminar segundo o tercero no me va a hacer feliz», responde Alonso, un tipo tímido a quien le deslumbraban los coches de rallys con el número uno cuando su padre le llevaba, hace treinta años, a los montes asturianos a pasar el día entre válvulas, ruedas y gasolina.

A Alonso le quedan dos objetivos antes del verano, las 500 Millas de Indianápolis (26 de mayo) y las 24 Horas de Le Mans (15-16 de junio).

A Indianápolis se desplazará el fin de semana del Gran Premio de España de Fórmula 1, la carrera asfixiada económicamente y que puede salir del calendario . En Estados Unidos permanecerá más de dos semanas completando ensayos y clasificaciones con el McLaren impulsado por el motor Chevrolet y el número 66. «Estoy con un gran optimismo para la Indy porque los resultados que llevo me hacen lucir una sonrisa. Soy consciente de que la carrera no será nada fácil, quizá es la más difícil para lograr la triple corona (ya tiene el GP Mónaco de F1 y las 24 Horas de Le Mans, le faltan las 500 Millas de Indy ), pero vamos a pelear y a ver qué podemos hacer”.

El carácter samurái que nunca ha desaparecido, ni en sus momentos más amargos en la Fórmula 1. Alonso se motiva con las estadísticas. Tres éxitos en las tres carreras de diferentes modalidades en las que ha concursado en 2019. « Me siento definitivamente muy motivado porque este año llevo un muy buen año de victorias en diferentes circunstancias. Por ejemplo en Daytona con un tiempo muy lluvioso, fue un momento muy feliz para nosotros. Sebring es una carrera histórica dentro de los circuitos de Resistencia y también fue bonito. Y ahora Spa, con las condiciones que vimos en un bonito fin de semana».

Después de Indianápolis y Le Mans, Alonso puede abrir otro escenario: hacer una prueba en la Nascar . El español ultima un acuerdo con Toyota para disputar una carrera de este campeonato en el mes de agosto. Podría ser una de estas tres: Glen International (4 agosto), Michigan International Speedway (11) o Bristol Motor Speedway (17). En caso de confirmarse el compromiso, el asturiano afrontaría la prueba con el Toyota Camry, que es el líder de la competición.

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