«No es oro todo lo que reluce» o al menos eso es lo que deberían haber pensado los miembros del COI en una de sus visitas a Londres cuando la ciudad aún no había conseguido los Juegos. Según ha admitido el propio ... vicepresidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Sir Keith Mills , en un amplio artículo en la revista «Vanity Fair» tuvieron que cometer alguna «trampilla» para llevarse el gato al agua. Mills relata que cuando los miembros del COI visitaban Londres, los organizadores, conocedores del handicap que suponía el tráfico y la mala imagen que daría que los examinadores quedaran bloqueados en un atasco, planificaron las rutas que debían seguir por la ciudad y colocaron GPS en todos los coches para seguir su posición exacta.
Por otro lado utilizaron las cámaras del Centro de Control de Tráfico de Londres para poder conocer en tiempo real el trayecto de cada uno de esos vehículos. Pero fueron más allá y para que todo fuera perfecto Keith Mills reconoce que «cuando veíamos que alguno de los vehículos se aproximaba a un semáforo lo poníamos en verde » de esta forma parecía que el más que complicado tráfico de Londres era totalmente fluido.
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