El incierto camino hacia los Juegos de Tokio

Quedan por delante 300 días hasta la inauguración, un periodo que puede parecer suficiente, pero que es un suspiro dentro de un ciclo de cuatro años. Y el coronavirus los mantiene con un pie en la vuelta a la rutina, impulsado por las ganas, y con otro en las arenas movedizas del qué pasará mañana. La peor situación para un deportista: una meta desdibujada. «Es más frustrante que una lesión. Si me lesiono puedo hacer algo, marcarme unas etapas. Todo depende de ti. Aquí no. Aquí no puedes hacer nada», explica Almudena Gallardo, directora técnica de la Federación de Tiro con Arco . «Los deportistas están acostumbrados a lidiar con dudas relacionadas con el corto plazo: retrasar unos minutos una competición, las condiciones meteorológicas, una elección técnica de última hora... Pero lo peor es la falta de certidumbre en el calendario. La planificación es básica para el objetivo, y los deportistas la tienen como una hoja de ruta, desde el día que compiten hasta el de hoy», cuenta Ekaitz Saies, director técnico de la Federación de Piragüismo .

No obstante, los deportistas, con ese umbral de sacrificio y convicción superior al del resto de los mortales, siguen levantándose cada mañana decididos a dar lo mejor de sí mismos, preparándose para cuando llegue el momento. «Sigo trabajando con muchísima ilusión y muy duro para llegar bien a Tokio», afirma Alberto Fernández, campeón del mundo de tiro olímpico en la modalidad de foso. Compite en todos los torneos en España, pero no hay mucho más calendario fuera de las fronteras. Es lo que más desvela al Comité Olímpico Español (COE) , consciente de que la competencia hace mejorar. «Estamos trabajando al máximo nivel y con mucha ilusión de cara a Tokio 2020. Sobre todo, para que todos los deportistas puedan entrenarse con normalidad y para que se inicien las competiciones, sea la disciplina que sea, masculino, femenino, olímpico, no olímpico, profesional o no», corrobora Alejandro Blanco, presidente del COE.

En tiro con arco no hay torneos internacionales hasta final de año. No parecía justo con las restricciones de movilidad tan cambiantes de unos países a otros. Sí han podido organizar torneos nacionales, y hasta celebraron uno virtual con países como Holanda, Dinamarca o Reino Unido para «generar ese estrés competitivo que no te ofrecen los entrenamientos». En piragüismo, aunque algunos palistas prefirieron terminar antes la temporada ante la falta de estímulo, sí parecen haber recuperado la normalidad de antes del Covid-19 . «La ejecución de nuestro calendario va bien encarrilada. Hubo países que decidieron no hacer nada este año, pero nosotros quisimos ir a todo para evitar ese vacío competitivo: el Europeo de slalom ahora, la Copa del Mundo en Pau (Francia) en noviembre, porque el viaje también nos beneficia, en paracanoe y mixto iremos a Hungría», relata Saies. A los arqueros se les juntará todo en 2021: Europeo, Mundial, Copas del Mundo, preolímpico... «Objetivos y fechas hay, y mientras siga esa esperanza... Pero vamos en función de cada día», acepta Gallardo. No obstante, los entrenamientos han vuelto a la normalidad asumiendo esta con mascarillas, distancia y pruebas para viajar. «A los deportistas les afecta más la incertidumbre casi que contagiarse», admite Saies.

Pero mientras los piragüistas ya han retomado la actividad aparcada en marzo y los arqueros están en ese camino, otros deportes no lo tienen tan fácil, preocupados no solo por la falta de competiciones sino por no poder entrenarse con normalidad. Por las características de su disciplina, los luchadores han tardado más en reaparecer por los tatamis. Todavía con cuentagotas en sus sesiones en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid , comenzaron con ejercicios personalizados, añadieron el contacto con muñecos, y todo en cuadrículas separadas. Ahora han empezado a concentrarse, pero las competiciones fuera de España siguen cancelándose. «Los movimientos de lucha no se pueden imaginar ni ensayar. Tienes que estar en contacto con la otra persona para mejorar; hacer sombras y al aire no es lo mismo», explicaba Marina Rueda .

Y la fecha marcada en rojo en el calendario sigue ahí para todos: 23 de julio de 2021, inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. «Se entrenan con la idea cien por cien de que va a haber Juegos», dice Saies. «Planteamos esta temporada con el objetivo claro de ir a Tokio», confirma Gallardo. Pero la duda sobrevuela como una sombra. «Sí, también somos conscientes de que puede llevarnos a que no se celebren. Que hagamos tres cuartas partes de la planificación y que luego no haya. Los preparamos para todo. Pero a medio gas no se puede trabajar», prosigue Gallardo. «Sí, se celebrarán. Hace falta que se celebren de una manera o de otra. Aceptaría pasar todas las pruebas necesarias para competir», remarca Fernández, con su plaza ganada ya en 2018.

«Las últimas informaciones que tenemos del Comité Olímpico Internacional y del país organizador es que todo va adelante. Están trabajando muy duro para tener todas las medidas de seguridad. Confiamos que en el mes de julio del 2021 ya esté todo controlado. Yo confío plenamente en el COI y estamos seguros de que se podrán celebrar bajo todas las medidas de seguridad y veremos a todos los deportistas españoles compitiendo al máximo nivel. Debemos remar juntos para salir de esta», confía Blanco .

«El virus está aquí, hay que aprender y adaptarse para llevarlo lo mejor posible», concluye Saies. Son deportistas. De élite. Por eso siguen entrenándose cada día, aun entre las dudas y la incertidumbre del mañana. Es solo otro rival al que ganar.