El argentino Andrés Romero le roba la gloria a Sergio García en Alemania

El día comenzó lluvioso, lo que motivó que el campo se ralentizara y que no se vieran las vueltas tan bajas de los días previos. De todos los que sufrieron el chaparrón inicial fue Nacho Elvira quien sacó más partido, que gracias a su tarjeta de 66 golpes pudo acabar entre los diez primeros y terminar de consolidar todos los cambios de material que había estado realizando últimamente. Luego, en cuanto salieron los líderes a jugar, cesaron las gotas y comenzó una batalla de desgaste a la que se sumaron todo tipo de jugadores a la estela de Sergio García : desde veteranos y jóvenes sin victorias, como Richard Bland y Thomas Detry, a experimentados hambrientos de triunfos como Andrés Romero.

Al castellonense le costaba despegarse de sus perseguidores, por lo que se dedicó a hacer su juego de constancia y paciencia sin preocuparse por lo que hicieran los demás. A pesar de no estar tan acertado con los “putts” como otras veces y de haber pinchado en el primer hoyo, fue sumando “birdies” con regularidad (3, 9, 11 y 13) hasta que llegó su peor momento de la semana: un “bogey” absurdo en el 16 cuando pateaba desde medio metro cuesta arriba. Un error de concentración le hizo llevarse la bola a la izquierda ante la desesperación de sus seguidores, que en número de 17.000 se desplazaron hasta Eichenried para ver a su ídolo.

Como mientras tanto el argentino bajó un golpe en el 18, a Sergio solo le quedaba optar por la heroica para forzar el desempate. Necesitaba un “eagle” en el 18 para tratar de alargar el desenlace y conseguir su primer triunfo en este torneo, en el que ya fue segundo en 2011. Se concentró en el “tee” del 18 y salió bien al centro de la calle, mas su segundo tiro se fue a la hierba alta y desde ahí el milagro era muy difícil. El español sacó la bola con estilo y a punto estuvo de embocarla, pero solo le sirvió para acabar en segunda posición. Un gran torneo para él emborronado por un fallo de lo más tonto.