Gazprom, VTB, Aeroflot: las empresas rusas del deporte, al borde del KO

«El deporte tiene una importancia desproporcionada para los regímenes autoritarios. La incapacidad de participar en competiciones golpeará duramente a Rusia. Los rusos son apasionados del deporte. Albergar grandes eventos les entusiasma», aseguró a Afp el presidente del Comité Olímpico Británico, Hugh Robertson.

Gazprom es el primer damnificado como símbolo de la prosperidad rusa y conexión con Occidente por los suministros vitales del gas. La UEFA ha suprimido el acuerdo de patrocinio que mantenía con la multinacional del gas, uno de los ocho principales sponsors de la Champions League que ondeaba en todos los carteles publicitarios del fútbol en la mejor competición.

Gazprom fue fundada en 1989 en el periodo soviético y está controlada por el gobierno de Putin, si bien su gestión se realiza al modo de una compañía privada. Tiene 456.000 empleados, según la revista Forbes, y su venta anual se eleva a 148.000 millones de euros que la convierten en una de las diez primeras empresas del mundo. Gazprom invierte 90 millones al año en deporte, más concreto en el fútbol . Como soporte financiero de la Champions aporta más de 40 millones, según publica la consultora KPMG Football.

A Gazprom ya lo tachó de su camiseta el Schalke 04, histórico club alemán en el que jugó Raúl y que ahora milita en la segunda división alemana. La final de la Champions, que debía jugarse en San Petersburgo en un estadio propiedad de Gazprom, se ha cambiado por Saint Denis, en París.

El Manchester United suscribió en 2019 un acuerdo de colaboración de cinco años con Aeroflot , la compañía rusa de aviación. El equipo de Cristiano Ronaldo viajaba en sus desplazamientos internacionales con Aeroflot. El compromiso ya no existe. Se rompió hace cuatro días.

En la Fórmula 1 las implicaciones han sido instantáneas. La dirección de este negocio eliminó el Gran Premio de Rusia, previsto para el 25 de septiembre. La carrera de Sochi estaba patrocinada por el grupo financiero VTB, un banco con implantación en China, India, Austria y una gran cantidad de repúblicas exsoviéticas.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) debate este miércoles si expulsa de la Fórmula 1 al piloto ruso Nikita Mazepin y al patrocinador, Uralkali , que trajo bajo el brazo al equipo norteamericano Haas. Dimitry Mazepin, empresario cercano a Putin con el que se reunió el pasado 13 de enero, es el máximo accionista de Uralkali, compañía de fertilizantes que dio entrada a su hijo Nikita a la F1. Por 25 millones de euros, Mazepin se convirtió en piloto de F1.

Escabroso igualmente puede ser el futuro de uno de los patrocinadores de Ferrari, Kaspersky, una compañía internacional dedicada a la seguridad informática con presencia en 195 países cuya sede central se encuentra en Moscú.