García Bragado nunca caduca
Su cara en el podio al recibir la medalla lo decía todo. Satisfacción y orgullo tras un excelente trabajo. No fue oro ni fue plata, pero el bronce que ahora cuelga de su cuello le supo a gloria. El casi cuarentón madrileño (tiene 39 y ... cumple 40 el 1 de octubre) desfiló por las calles de Berlín para cruzar la Puerta de Brandeburgo cubierto de éxito. El día amaneció de cara, con el cielo alemán nublado, lo que hizo que la dura prueba de 50 kilómetros marcha fuera algo más agradable.
Jesús Ángel García Bragado supo moverse en el grupo y hasta el kilómetro 25 siempre estuvo bien posicionado entre los 15 primeros. A partir de la mitad de la carrera se vino arriba y fue escalando posiciones poco a poco, manteniendo el ritmo y buscando su oportunidad. «No tenía muy claro ni el puesto en el que iba, sólo iba pensando en coger a los que tenía por delante. Las referencias eran una locura», explicó.
La amenaza del tercer aviso
A falta de tres kilómetros, cuando marchaba en cuarta posición, lanzó el ataque definitivo. El australiano Jared Tallent, subcampeón olímpico en Pekín 2008, fue el último en caer en el camino que llevaría al español a colgarse el bronce. Y aún llegó con ganas de más: «Me he quedado con fuerzas, pero los jueces han estado muy exigentes conmigo y había que ser muy prudente». Llevaba dos avisos y el tercero suponía su tercera descalificación en unos mundiales, como ya ocurriera en Helsinki 2005 y en Osaka hace dos años.
Para conseguir la medalla, García Bragado realizó una marca de 3 horas, 41 minutos y 37 segundos, tiempo que le bastó para subirse al podio del Mundial. Igual que lo hizo hace dieciséis años en Sttutgart, aunque entonces fue para colgarse el oro. Y ya van cuatro metales en sus nueve mundiales (un oro, dos platas y el bronce de ayer).
Menos en los Mundiales de Tokio 1991 y Sevilla 1999, España siempre había conseguido subirse al podio en esta modalidad. García Bragado lo volvió a hacer después de los chascos de Paquillo Fernández y María Vasco en los 20 kilómetros marcha. Los otros dos españoles estuvieron discretos: Mikel Odriozola acabó en el puesto 26 en una carrera en la que tuvo que parar a vomitar varias veces. Una vez cruzada la línea de meta, y viendo que no se recuperaba bien, los servicios médicos de la delegación española decidieron que pasara la noche en un hospital. Alejandro Cambil, por su parte, no pudo pasar de la vigésimonovena plaza.
Bien las chicas del 1.500
El resto de la representación española en el día de ayer llegó en las semifinales de 1.500 metros femenino. Natalia Rodríguez cuajó una gran serie, acabando segunda con sobriedad y se coló en la final de mañana (4:03.73). También logró el pase Nuria Fernández, quinta clasificada en la segunda semifinal (4:10.64), mientras que Iris Fuentes-Pila quedó eliminada.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete