Waterpolo
España en la cima mundial: gana la revancha con Italia y se lleva el oro
El equipo dirigido por David Martín se lleva su tercera corona en la competición mundial en la tanda de penaltis
Michael Viperino
España buscaba la revancha y ha encontrado la redención. Tras la final mundial de hace dos años (Gwanju 2019), el equipo español llegó a Budapest con un solo objetivo : ponerse en la cima mundial. Un deseo imparable que permitió al equipo de waterpolo masculino ... llevarse a casa la medalla de oro.
El triunfo obtenido en Hungría es el tercer título mundial de su historia tras los de 1998 y 2001. Eran más de dos décadas para la selección española de waterpolo masculino sin alcanzar tal resultado, demasiado tiempo para un deporte que ha regalado muchas emociones a los aficionados españoles.
En la primera parte del partido España empezó fuerte con su golpe favorito: el contraataque . El primer tanto del partido de Álvaro Granados llegó gracias a una salida rápida del equipo de David Martín, aprovechando una falta para sorprender a la defensa italiana. La selección demostró no tenerle miedo al vigente campeón del mundo. Hubo mucho espectáculo en el primer cuarto, con seis goles. Italia tampoco se dejó intimidar y recuperó la desventaja para cerrar el primer cuarto con un empate (3-3).
Unai Aguirre volvió a estar entre los protagonistas gracias a sus paradas y sus gritos, que animaron a todo el equipo. Un espíritu que el conjunto español ha demostrado durante todo el torneo. Al comenzar el segundo cuarto, la selección volvía a rugir y los efectos fueron inmediatos. Guiados por un excelente Ortega, volvieron a tomar ventaja para llegar a la mitad del partido con un esperanzador 6-3.
Las cosas cambiaron tras la reanudación. Gracias a una reacción de orgullo, los transalpinos acortaron las distancias y llegaron con vida al último cuarto (8-6)
Quedaba lo mejor del duelo, un tramo final marcado por la tensión, y en la que Italia ha vuelto a demostrar su oficio. El 9-8 llegaba a dos minutos del final, y el empate a nueve definitivo apenas treinta segundos después.
La final se decidía en los penaltis, donde los verdaderos protagonistas, fueron los porteros, Unai Aguirre y Lorrio. Una parada de cada uno fue suficiente para coronar a España España, de nuevo en lo más alto del podio tras años de sequía.
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