La eclosión del waterpolo español

Fernando Carpena, presidente de la Federación de Natación, tiene claros los motivos de la eclosión de las féminas. «Las claves del éxito hay que situarlas en dos niveles. El general, en el que el rol de la mujer en el deporte es cada vez más importante, y, en el particular nuestro, el hecho de que los clubes se conciencian cada vez más de que la inversión en waterpolo femenino es positiva», explica el mandatario. «El equipo de Miki Oca ya llevaba años dándonos muchas alegrías. Este equipo tiene talento, trabaja muy bien, pero yo creo que hay una labor detrás importante, gestionada con mucha humildad. Conozco el primer equipo y las dos palabras que lo definen son trabajo y humildad», añade Sánchez Toril, que trabaja en la Federación con las selecciones inferiores. «Llevamos unos años que solo estamos jugando finales y nos estamos hartando a ganar en categorías inferiores. La salud es muy buena, pero hay que tener los pies en el suelo. La igualdad es tan grande entre seis o siete países que la diferencia la marca el trabajo que se hace. Llevamos unos años que estamos trabajando muy bien. El prestigio y el respeto nos lo hemos ganado. Ahora mismo somos un referente en el waterpolo porque las dos categorías, la femenina y la masculina, han llegado a la final del campeonato de Europeo», asegura.

«Estar en tres finales en los últimos años lo dice todo. O jugamos en equipo o no tenemos ningún tipo de opción. Somos el mejor equipo del mundo en llevar al rival al límite, si no es imposible que les ganemos», explica Dani López Pinedo, el portero que ha llevado con sus paradas a España a la final de hoy ante Hungría. «La clave de este equipo es más el alma que el talento. Hemos tenido épocas duras de caer en cuartos y llegar aquí justifica todo lo que hemos trabajado. Este equipo se lo merece. Tenemos nuestro estilo y nuestra manera de trabajar. Nuestra fuerza es el trabajo. Que volvamos a tener esta oportunidad», apunta Felipe Perrone. El rol del portero puede ser clave en la final masculina de hoy. La experiencia de Sánchez Toril lo asegura: «A partir de una buena portería bien defendida puedes conseguir muchas cosas. El porcentaje de paradas es clave, pero la final estará muy abierta y los húngaros juegan arropados por su público. España es mejor físicamente y tenemos más armas para ganar».

Se le escapa un anhelo al exnadador: «Ojalá algún día haya el mismo ambiente en España que en Hungría, allí es el deporte nacional». Y lo justifica con la diferencias de licencias existentes entre ambos países. Como ejemplo basta decir que el waterpolo cuenta con 5.000 fichas femeninas en España por las 750.000 que cuenta el fútbol. Este Europeo puede ayudar a potenciar el deporte acuático en España, que ya es referencia en Cataluña como demuestra la procedencia de la mayoría de nadadores. «En Madrid necesitamos potenciarlo. El Centro Acuático, que está a medias, sería básico para estar al mismo nivel. Se está trabajando desde la Federación Española. Madrid podría dar un salto a nivel nacional. Es un proyecto estrella. Vale para eso y para seguir trabajando en otras líneas que son muy importantes», concluye Sánchez Toril.