Pepe Imaz, el gurú que moldeó el carácter de Novak Djokovic

En 2012 pasó algo en su vida que le transformó para siempre: cada vez le iba mejor en el mundo del tenis y abrazaba a sus adversarios cuando finalizaba un partido, incluso llegó a posar ante las cámaras con una cartulina con forma de corazón y el mensaje «Amor y paz». El serbio iracundo se había convertido en un auténtico pacifista.

El responsable de la transformación del deportista fue el riojano Pepe Imaz (Arnedo, 1974), una especie de guía espiritual que en su juventud llegó a ser el número 176 del mundo. Hoy dirige un club de tenis y motivación en Marbella y, además de a Djokovic, ha aconsejado a tenistas de alto nivel como Feliciano López . En su día, los medios de comunicación señalaron a Imaz como el responsable de que Boris Becker dejara de ser el entrenador de Djokovic, una polémica que a Imaz siempre le ha incomodado.

Su nombre ha vuelto a salir a la palestra tras la incertidumbre generada sobre la participación del tenista en el primer Grand Slam del año . Djokovic ya se había mostrado reacio a vacunarse desde hace meses y ahora hay quien ve una relación entre su postura escéptica con el Covid y ese lado místico que le inculcó Imaz. «Personalmente, me opongo a la vacunación y no quisiera ser obligado por alguien a vacunarme para poder viajar», dijo el número 1 del mundo de tenis en verano. «Siempre he estado interesado en el metabolismo humano y en estar en la mejor forma posible para combatir el virus».

En los últimos días, se ha publicado que el serbio habría pasado por Marbella a finales de diciembre. Precisamente fue allí donde entró en contacto con Pepe Imaz, que estos días se ha visto desbordado por las llamadas de periodistas españoles.

«Buenos días llenos de alegría y felicidad». Esa es la primera respuesta que el riojano da a este periódico al preguntarle por su relación profesional y personal con la leyenda del tenis. Imaz responde un día después de dejarle el mensaje. Según aseguran periodistas que le conocen de otras épocas, este ‘coach’ puede estar días sin contestar a los mensajes y sin dar señales de vida. Se desconecta del mundanal ruido para conseguir conectar consigo mismo . Pero también es extremadamente cariñoso con la prensa, hasta tal punto que suele terminar las entrevistas con abrazos de más de 25 segundos. Los de 24 no son, en su opinión, de verdad. «Un abrazo infinito lleno de respeto, cariño, amor & paz», escribe, para dejarnos claro que «en estos momentos tan sensibles para alguien tan cercano como Novak, prefiero no decir nada» .

Sin embargo, ayer al mediodía cambió de opinión y decidió enviar a los medios un mensaje en el que explicaba quién era y cuál era su relación con Novak , al que siempre se refiere por su nombre de pila.

En el vídeo, de 50 minutos de duración, aparece vestido con un chándal blanco impoluto con las letras doradas «Amor y Paz», el mismo lema ocupa gran parte de la pared que se ve al fondo. «Me lanzo. Doy al botón. En el aire y sin red. No quiero darle al ‘stop’. No estoy aquí por mí. Yo soy una persona de a pie. Lo que me hace estar es que a nivel profesional y personal tengo una relación con una persona que es extraordinaria como personaje , por lo que hace. Ese es Novak. Estos días ha explotado algo hacia mi persona, debido a mi cercanía con él. Por eso estoy compartiendo esto. En el corazón no hay miedo, hay verdad. Se está hablando y se está juzgando quién soy yo, ese tal Pepe Imaz. Qué es lo que hace y qué ha hecho con Novak. ¿Le ha comido la cabeza? Se ha dicho que si tengo una secta».

Imaz repite hasta la saciedad que «él es un ser divino y maravilloso, con sus divinas y maravillosas imperfecciones». Cuenta que cuando era un chaval, la presión del mundo del tenis profesional le hizo obsesionarse con el éxito y terminó padeciendo una larga y profunda depresión hasta que un día «fue como si un rayo me golpeara en la cabeza». De pronto, «la respuesta era amor, amor y amor, y sentí entonces un bienestar infinito». Esa es la filosofía salvadora que compartió con el tenista serbio, al que también considera «un ser divino y maravilloso con sus divinas y maravillosas carencias».

Asegura que «nunca, ni a Novak ni a nadie, le digo lo que tiene que hacer, porque sería creer que yo tengo la verdad y él no». Lo define como una persona buena, empática, sencilla y humilde, «no al cien por cien, pero más que la media. Es alguien con fuerza y personalidad , algo que también se ve en la pista». Sobre su actitud cercana al negacionismo, esgrime que «Novak se cuestiona las cosas, es como el alumno que en clase no dejaba de preguntar, que interrumpía al profesor. Estudia en profundidad lo que le interesa. Novak, ni por mí, ni por nadie, se va a dejar dirigir . Hay muchas veces en las que yo opino diferente a él, tiene su percepción de las cosas», zanja el riojano en una intervención que parece la de un ‘youtuber’ espiritual.

Imaz dice que él no es el maestro de nadie ni nunca lo ha buscado y se considera «un estudiante». Sin embargo, Luis Santamaría , investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas, tiene una opinión muy distinta: «Tengo claro que nos encontramos ante una enseñanza de tipo esotérico , con una fácil deriva sectaria muy peligrosa, que puede llegar a fanatizar a algunos de sus seguidores manipulando su comprensión de la realidad».

Santamaría realizó hace unos días unas declaraciones sobre el perfil de Pepe Imaz en los medios y asegura que «tras mi intervención en un programa de televisión hablando sobre su perfil místico, entre comillas, he recibido llamadas de personas que no son tenistas pidiéndome explicaciones. Personas muy alteradas por mis declaraciones , lo que me confirma que más allá de la gente que entrena, el riojano cuenta con adeptos, con seguidores. Estamos ante un gurú con gran influencia entre quienes siguen sus ideas, dispuestos a defenderlas a capa y espada».

Todas las personas cercanas a Imaz con las que ha contactado ABC coinciden en que es «una gran persona». Así lo confirma Nacho Saracho , con el que empieza a trabajar el extenista cuando llega a Marbella. «Empezó en el Club Alcántara de tenis, que por aquel entonces dirigía yo. Es un gran profesional con sus métodos, que a algunos les podrán parecer mejores o peores. Lleva muchos años en esto y ha sido uno de los mejores jugadores de tenis españoles en categorías inferiores . Nos están haciendo pensar que Pepe forma parte de una secta y que es un vendedor de humo y un loco, pero lo cierto es que nadie había cuestionado sus logros hasta que estalló la polémica con Djokovic. El sector le aprecia y le tiene cariño», cuenta este marbellí.

Desde el club Tennis Brothers, de la misma ciudad, recelan de la manera poco ortodoxa que utiliza Imaz para entrenar: «Respeto que se utilicen esas técnicas relacionadas con el budismo, quizá a Djokovic le pudo ayudar a mejorar, pero yo soy más bien escéptico ». En el complejo hotelero Puente Romano, donde se encuentra el club de Imaz, prefieren, por su parte, mantener silencio. Él se despide con un abrazo infinito, de más de 25 segundos.