Francia congela el sueño español

La previa del decisivo duelo ante los franceses resultó agitada para la expedición española porque el veterano Arpad Sterbik (39 años) se incorporó a primeras horas de la mañana a la concentración de la selección. La baja de Rodrigo Corrales , lesionado al caerle encima una valla publicitaria durante el entrenamiento del viernes, provocó el reclutamiento de urgencia del guardameta, que viajó apresuradamente desde Hungría. Una situación similar a la que ya vivió el portero en el último Europeo, cuando también tuvo que acudir a toda prisa a Zagreb para reemplazar en las semifinales a Gonzalo Pérez. Curiosamente, como ocurrió este sábado, su estreno también fue ante los galos y, como entonces, realizó un gran encuentro aunque no pudo evitar la derrota ante un rival muy poderoso físicamente.

España no consiguió salvar su primera final en el Mundial y ahora depende de un milagro para poder pelear por las medallas. No estuvo fina en defensa durante la primera parte, en la que acumuló hasta siete pérdidas. Sin embargo, el acierto ofensivo de Solé, nueve goles, mantuvo enchufada a la selección antes del descanso. Hasta el minuto 13, solo el extremo y Raúl Entrerríos consiguieron perforar el muro de una Francia en la que Fabregas provocó muchísimos problemas y desajustes por el centro del ataque. Los galos llegaron a gozar de una máxima ventaja de cinco goles (m. 25), un colchón amplio conseguido después de que la selección regalara dos balones cuando jugaba en superioridad. La aparición de Sterbik en el encuentro (minuto 22) cambió el rumbo porque tres intervenciones consecutivas del guardameta provocaron la reacción de los de Jordi Ribera, que consiguieron ajustar el marcador antes del paso por los vestuarios (17-15). A pesar de la tensión por la importancia del partido, España no se descompuso y sacó a relucir su carácter en un primer acto en el que siempre fue por detrás.

Aunque la reanudación comenzó con gol galo tras una pérdida de la selección, Sterbik siguió agigantándose y sus paradas provocaron el estirón de una España que tardó solo tres minutos en lograr empatar el duelo. Una reacción que no tuvo continuidad porque los galos volvieron a abrir brecha al aprovecharse de una superioridad. Solo cuatro minutos después de conseguir igualar el marcador, los de Ribera volvieron a tener que remar contracorriente porque su rival logró alcanzar su máxima renta en el encuentro (seis tantos en el minuto 45).

Los árbitros, excesivamente rigurosos con España , terminaron desquiciando a una selección que nunca bajó los brazos. A falta de siete minutos y cuando la selección estaba a cuatro en el marcador (30-26), los franceses rompieron la reacción de su rival al jugar en superioridad al ser castigado Jordi Ribera con dos minutos.

España, que hizo la goma durante toda la segunda parte, acabó cayendo de tres (33-30) y ahora tendrá que luchar por intentar quedar entre el quinto y el octavo puesto para conseguir una plaza en el preolímpico. Un objetivo que tendrá que empezar a amarrar el lunes contra Brasil (18:00 horas), de nuevo en el Lanxess Arena de Colonia.