Alonso piensa en positivo y Barrichello se enfada
«Un saltito», recuerda Flavio Briatore al hilo de un resultado aceptable de Fernando Alonso y de los progresos del Renault. Mientras se desmonta el campamento amarillo y naranja, y Alonso habla de su expectativa sólida de seguir mejorando, de su buena carrera y de ... su pensamiento positivo, unos metros más allá se ha propagado un incendio. En casa Brawn, la dicha no es completa. Rubens Barrichello se quejó de un trato de favor a Jenson Button, como en los tiempos que él mismo compartía con Michael Schumacher.
Lejos de abrir cualquier compuerta al pesimismo o al triunfalismo, Alonso analiza con frialdad. Y sigue insistiendo en que tanto en Bahrein como en Barcelona ha realizado dos de las «mejores carreras de mi vida».
Hasta el último instante pensó que Felipe Massa estaba jugando al ratón y al gato. Por radio le decían al asturiano que acelerase, que el brasileño estaba perdiendo fuelle sin gasolina en el depósito, y él no lo creía. Hasta que vio el Ferrari delante de sus narices. «En mi garaje tenían razón. A la primera oportunidad que tuve de pasarlo lo hice, no fuera que luego se pusiera a tirar».
Siempre arraigado el sentimiento de correr en casa, Alonso habló de una emoción extra en sus duelos personales de ayer: «La motivación siempre ayuda. En la salida también, rueda con rueda con Rosberg, pero no podía dejar que se pusiera por delante porque iba lleno de gasolina. Luego con Hamilton a la salida del ´pit´, también tenía que mantener la posición, con Massa, Webber. . . Hubo cuatro momentos rueda con rueda, pero delante del público he ganado los cuatro».
Incendio en Brawn
La satisfacción del español fue desconsuelo para Rubens Barrichello. El brasileño insinuó que su equipo, Brawn, benefició deliberadamente al líder del Mundial, Jenson Button, y le perjudicó a él: «Tenía la carrera en mis manos y me sorprendió cuando me dijeron que iban a cambiar la estrategia de Jenson a dos paradas. Me gustaría entender por qué lo cambiaron».
Ross Brawn contestó que «decidimos cambiar la estrategia para que Jenson pudiera correr con más claridad». Button ganó y Barrichello fue segundo. Las explicaciones no convencieron al brasileño: «Mi tercer juego de neumáticos no era bueno. No podía mantener el ritmo. A partir de ese momento tuve muchos problemas para mantener el coche en el trazado».
Barrichello, que ya tuvo de jefe a Brawn con Schumacher y que vivió más de un episodio similar, advirtió en Montmeló: «No me voy a poner a llorar ahora con 36 años. Pero no seguiré otra vez ninguna orden de equipo. Lo dejo claro ahora para que todo el mundo lo sepa».
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