35-34: Australia se alía con el árbitro para superar a una correosa Escocia

Parece mentira que un equipo tan poderoso como los Wallabies tenga que recurrir a ayudas externas para ganar un partido que a priori se les presentaba favorable. Más aún cuando un ensayo tempranero de Ashley-Cooper le hizo pensar en que el suyo sería un camino de rosas en Twickenham . Pero nada más lejos de la realidad; los escoceses no estaban dispuestos a dejar escapar su oportunidad y empezaron a castigar a sus rivales con una buena delantera. A base de conversiones de Laidlaw fueron sumando puntos en su casillero y llegaron al descanson con ventaja en el marcador (15-16). Los oceánicos no sabían por dónde les venían los golpes, pues si bien ensayaban con facilidad (lograron tres "tries" en el periodo), no conseguían despegarse de la fiereza de los azules.

Sin embargo, en la reanudación se produjo una jugada clave. El árbitro sacó una muy estricta tarjeta amarilla a Sean Maitland que le mandó diez minutos al banco, momento que aprovecharon los amarillos para darle la vuelta al marcador en superioridad (25-19). Lo cierto es que habían aprovechado para reordenar su juego y hacer daño a los británicos con el juego abierto, que éstos no se veían capaces de frenar. Un quinto ensayo australiano y su transformación posterior les dejaba una cómoda ventaja de ocho puntos (32-24) a un cuarto de hora para el final.

Mas en esos momentos comenzó a llover y el XV del Cardo se vino arriba . Aupado por un graderío mayoritariamente local, remontó con buenas patadas de Laidlaw y un espectacular ensayo de Benett después de una interceptación espectacular (32-34). Quedaban cinco minutos y todo favorecía a los escoceses cuando de nuevo el árbitro tuvo protagonismo. Dejó de señalar una carga ilegal sobre Suart Faulk que habría supuesto un golpe de castigo para ellos y, por contra, perdieron el saque de "touche". El golpe de castigo posterior fue aprovechado por Foley para convertir los últimos tres puntos ya con el choque agonizando (35-34) .

Un partido tan emocionante no se merecía un final tan decepcionante. Las semifinales del próximo fin de semana han quedado configuradas exclusivamente por equipos del hemisferio Sur: Sudáfrica - Nueva Zelanda (sábado) y Argentina - Australia (domingo) .