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Entrevista

Mireia Belmonte: «Mi mente es más fuerte de lo que creo»

La nadadora asegura para ABC que le queda mucho para mejorar y que lo quiere todo en Río 2016

Mireia Belmonte: «Mi mente es más fuerte de lo que creo» Ignacio Gil

Laura Marta

A través de los ventanales de la planta 17 de la Torre Espacio de Madrid, Mireia Belmonte observa el mundo que se despliega a sus pies. Aunque no mira hacia abajo, sino hacia el horizonte, hacia un futuro en el que, asegura, va a ser mejor nadadora de lo que ya es. Una señal acústica hace que sus ojos, expresivos y brillantes, se vuelvan hacia el teléfono blanco que tiene siempre cerca. Lee los mensajes, sonríe ante alguna frase bonita que le dedican en las redes sociales y contesta con ligereza y cuidado para no estropear sus uñas, largas, doradas, perfectas. Se presta, atenta aunque con cierta vergüenza, a posar para el fotógrafo, y se le escapa la risa nerviosa de quien se siente observada, admirada, y no está acostumbrada a ello. Busca de reojo la complicidad de su padre y de los presentes en la sala, y ríe cuando le preguntan si las poses ante la cámara son más difíciles que una tanda de entrenamientos de Fred Vergnoux, su entrenador.

Terminada la sesión fotográfica, se eleva sobre sus tacones y se sienta en la butaca para mostrar la Mireia más cercana y hacer todavía más intenso el cálido azul desde el que mira. Toda la pasión y la intensidad con la que se lanza al agua desaparece tras una voz templada y madura. También agotada, pues antes de acudir a la cita con ABC en la sede social del Grupo OHL, con el que ha firmado un acuerdo de patrocinio, ha pasado ya un par de horas en la piscina. Así entiende ella su profesión y su vida, así se entienden sus éxitos.

-¿Descansará unos días estas navidades?-Tengo tres días en los que no probaré la piscina, 24, 25 y 1 de enero, pero los demás sí que me iré a entrenar. Como esta mañana. Sin Fred, pero en el agua.

-¿Ha podido recuperar ya el cuerpo de todas las competiciones y éxitos de este mes?-Mientras estuve compitiendo estas dos últimas semanas no me dio tiempo ni a pensar en el cansancio. No lo sientes en el día a día porque estás en tensión por las pruebas, la adrenalina, la concentración. Pero cuando terminas y el cuerpo sabe que se va a relajar, lo notas muchísimo. Ayer me vino todo el cansancio de golpe.

-Sabrá mejor con ese último récord del mundo en la prueba de 1.500 metros en Sabadell.-Tenía ganas de recuperarlo y salió perfecto.

-En Doha no pudo hacerlo y comentó que le había faltado rivalidad para que la empujaran. Y lo consigue en los campeonatos de España...-¡Y por la mañana! No era consciente de que lo estaba batiendo. Cuando nado, no veo a la gente ni me puedo fijar en nada, solo al entrenador, que me animaba. Solo lo veía a él. Y yo me notaba que iba rápido, pero no para bajar el récord tres segundos. He mejorado siete desde el último que logré.

-¿Hay algún truco?-La clave es mentalizarse y nadar sin pensar. Cuando nadas como te enseñan en los entrenamientos, sin darte cuenta, es cuando salen bien las cosas.

-¿Tampoco se ha dado cuenta de lo que ha hecho en este 2014? ¿Ha podido reflexionar sobre ello?-No, todavía no he pensado mucho en eso. Soy consciente, claro, pero prefiero aparcarlo porque me queda mucho más por hacer. Lo que ha pasado, ya está.

«Cuando supero un día en el que no me apetecía ir a entrenar me doy cuenta de que mi mente es más fuerte de lo que creo»

-También quedarse a tres centésimas de la final del 200 estilos.-Después de una semana bastante intensa, quedarme a esas tres centésimas de la final fue como «bueno, no puedo acabar el trabajo bien, con una guinda, pero creo que todo lo que he hecho no ha estado mal». No era una prueba en la que sea especialista. No pasa nada, me quedé con lo que me enseñó. Tres centésimas parece que no son nada, pero en este caso supusieron una final. De todo se aprende; de lo bueno, pero sobre todo de lo malo.

-¿Qué se aprende de tres récords del mundo?-Que lo estás haciendo bien, y que hay que seguir.

-¿Y qué se siente por dentro cuando tocas la pared y lo ves en el marcador?-Cuando ves el récord te entra la euforia, todos los nervios se te van y se acumulan como por el cuerpo, pero de otra manera. Y después te das más cuenta cuando sales y lo celebras con el entrenador y con todo el equipo, es mucho más gratificante. Son los demás los que te ayudan a darte cuenta de su importancia.

-¿Ya no tiene que pagarse los viajes a la Copa del Mundo de su bolsillo?-Me invita la Federación Internacional, pero voy sin fisioterapeuta. En estas etapas me está ayudando la UCAM (Universidad de Murcia), y son ciertos detalles que explican por qué en una competición no pude lograr dos oros en media hora y en Doha sí lo conseguí. Son detalles que suman.

Vista al futuro

-Este era un año, como dicen, de transición, pero ha estado a un nivel altísimo.-Si nos tomáramos un año de transición sería muy difícil, o casi imposible volver a recuperar la mentalidad y el trabajo diario. Por eso nosotros intentamos que fuera un año normal y corriente, hubiera Mundial, Europeo o lo que hubiera.

-¿Y para 2015?-Sí, para esta temporada el entrenamiento va a ser mucho más duro de lo que ha sido este año, y estaremos más concentrados.

-¿Tanto le queda por mejorar?-Sí, y en todos los aspectos. En la parte mental creo que todavía puedo ser más fuerte. En el aspecto técnico, en las salidas y los virajes. Y en la experiencia, cuanto más nadas, más aprendes. También físicamente, sobre todo en el entrenamiento invisible: comer mejor, dormir mejor.

-¿Le enseñan a dormir?-A descansar cuando duermes, y eso se consigue con más relajación después del entrenamiento, quitarte el móvil un tiempo antes de irte a la cama... (sonríe).

«Tener ayudas significa poder hacer dos récords del mundo en menos de una hora, como en Doha, o no hacerlos. Detalles»

-¿En qué ha evolucionado en este 2014?-Ha habido un cambio físico que se nota mucho: estoy más fina porque he perdido grasa y a cambio he ganado en músculo, que está mucho más marcado que en la temporada pasada. Mentalmente los cambios no son tan evidentes, pero día a día noto que voy avanzando hacia mi objetivo.

-¿Cuál es?-Muchas cosas. Me faltan récords en piscina larga. Me falta el Mundial de este año en Rusia. Bueno, de 2015, pero para mí ya ha empezado. Me falta terminar entre las tres primeras. Es el gran indicador para el verdadero objetivo: Río 2016. Se dice que en el año preolímpico las plazas que se consigan se repiten en los Juegos. En el Mundial de 2011 quedé cuarta, y llegué al podio en Londres. Bueno, no es cien por cien seguro, pero puede ser una pista.

-¿De dónde saca esa energía para levantarse a las cinco de la mañana y someterse a un estricto entrenamiento de más de ocho horas?-Como a todos, hay días que me apetece ir a entrenarme y días que no. No soy distinta a cualquier persona que tiene que ir a trabajar. Los días que tengo ganas el cuerpo va casi solo, y detrás, la cabeza. Aunque aprendo más de los días en los que me tengo que obligar. Termino y me digo: «Hoy estaba muy cansada, pero he sabido olvidarme del cansancio físico y mi mente se ha concentrado para trabajar, por lo que es más fuerte de lo que pensaba». Por eso es tan importante tener el objetivo de cada temporada en mente. Y seguirlo. Alcanzar pequeñas metas, como terminar un día en el que no me apetecía levantarte por la mañana.

Un radar para el cloro

-Incluso con las dificultades que tiene con su alergia al cloro y su asma.-Soy como un radar. En cuanto me tiro al agua te puedo decir cuánto cloro tiene. En Sabadell lo supe enseguida y me acordé de que no me había puesto las gotas. Por eso me descentré y tuve que sacar la cabeza para saber si iba o venía.

-Usted se exige muchísimo, pero también desde fuera cada vez le van a pedir más y más.-Existe la presión exterior, pero la que yo me pongo es mucho más fuerte. Siempre busco mejorar por mí misma, lo necesito yo, no por lo que digan los demás ni porque me vayan a querer más ni menos. Es por mí, por el trabajo que hago cada día, porque sé lo que me esfuerzo cada día. Nadie sabría imponerme más exigencia de la que ya llevo yo puesta.

-¿Está pendiente de lo que hacen sus rivales como Ledecky o Hosszu?-No sé lo que hacen. Nosotros nos ceñimos a nuestro plan de trabajo y nos olvidamos de los demás. Saber que estoy trabajando la que más. Como no las tengo al lado, lo más importante es que cada día yo sea mejor que yo. Los mensajes que me llegan y que veo mientras estoy compitiendo lo que me dan es más energía, más fuerza para seguir haciéndolo bien o mejor. Es una buena señal, porque están viendo que lo estás haciendo bien.

-La definen como la mejor Marca España.-Lo dicen porque viajo mucho (risas).

-¿Qué siente?-Tenemos la suerte de tener a muchos deportistas españoles que están brillando cada uno en su deporte. Las chicas estamos ya en esa élite. Cada uno tiene su opinión, pero para mí es un orgullo que digan eso porque significa que estamos llevando a España a niveles muy altos en nuestros deportes. Es fantástico ver que la gente se reconoce en nosotras.

«Las chicas estamos llevando a España a lo más alto en nuestros deportes»

-Marc Márquez ha tenido algún problema con los fans en su casa. ¿Se siente más observada ahora?-Me paran por la calle, me reconocen y lo bonito es que siempre me dicen: qué bien lo has hecho. Nunca he tenido problemas. También es que Marc Márquez es mucho más conocido que yo.

-Después de tantas medallas y competiciones, ¿le siguen diciendo sus padres «ten cuidado»?-Salí de casa con doce años, pero sí, cuando estoy con ellos siempre me dicen «¿adónde vas?», «ten cuidado». Por la vida que llevo creo que soy responsable, pero supongo que si yo fuera madre también me preocuparía.

-¿Le da tiempo a ver los países en los que compite?-Para nada: piscina y hotel, hotel y piscina. Uno de los sitios que más he visitado ha sido Río de Janeiro, cuatro o cinco veces por competición. He visto lo más típico, pero me gustaría conocerlo mucho más. Espero tener la oportunidad en los Juegos. Pasar allí muchos días.

-¿Qué nota se pondría en este 2014?-Ha ido bien este año, pero siempre se puede mejorar. Y también depende de con qué lo compares. ¿Un notable? Algo así. No me puedo quejar.

-¿Qué le pedirá a los Reyes Magos?-Los últimos seis años no he estado en casa en Reyes Magos, siempre estoy concentrada. Quiero pedirles que este año sea igual que 2014. Podría ser mejor, pero ese deseo lo reservo para Río 2016.

-¿Va siendo más feliz cada año?-Sí, soy feliz. Cada día tengo más ganas de mejorar. Y los resultados acompañan. Soy muy afortunada. Con todo lo que le está pasando al país, yo hago lo que me gusta y encima me sale bien.

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