Victor Dubuisson, el toque mágico del «Seve» francés

Sobrino de la estrella olímpica del baloncesto galo Hervé Dubuisson, comenzó a jugar a los 7 años después de haber visto ganar a Tiger Woods el Masters de Augusta y se refugió en el deporte para huir de los problemas que había en su casa. La familia estaba desestructurada y la falta de consejo paterno determinó una personalidad introvertida y especial. Tanto, que a los 12 años decidió dejar el colegio y el basket para dedicarse por entero a sus entrenamientos de golf, ya que ahí no dependía de ningún compañero, sólo de sí mismo.

Pasó por los equipos nacionales franceses siempre por su cuenta, cambiando de técnico y de programa constantemente hasta que, después de ser campeón de Europa en 2009 y acceder al número 1 mundial, decidió pasarse a profesional al año siguiente.

Entonces sí que se dio cuenta de lo dura que eran las cosas. El poco dinero que ganaba se lo gastaba en mantener su caro nivel de vida en la Costa Azul y los triunfos no terminaban de llegar. Había destellos esporádicos de su categoría, como el recórd del campo que estableció en el mítico St. Andrews (62 golpes) en 2012 pero su momento de gloria no llegó hasta el pasado otoño. De repente, como surgido de la nada, ganó el lucrativo Open de Turquía en las mismas barbas de su héroe Tiger y, la semana siguiente, acabó tercero en la final europea de Dubái. Al ser un año Ryder, sus posibilidades de entrar en el equipo de Paul McGinley subieron como la espuma.

Sin embargo, su lanzamiento a nivel internacional sucedió en el último Mundial «Match-Play» de Arizona, donde cayó en la final ante Jason Day después de haber maravillado con sus golpes imposibles. Las comparaciones con Seve Ballesteros no se hicieron esperar, sobre todo ahora que la plaza en el cuadro continental ya la tiene asegurada. Es un revulsivo para el golf y una baza inesperada para los europeos, pues bajo su aspecto de mosquetero ausente se esconde un competidor terrible que nunca se da por perdido. Todo un descubrimiento.

La presencia del número uno en el «Blue Monster» de Florida estuvo en entredicho hasta ayer mismo. El astro se tuvo retirar la última semana por un problema muscular y ha querido confirmar su recuperación antes de embarcarse en la defensa de un título que ha ganado en siete ocasiones. Aunque el magnate Donald Trump ha remodelado el diseño, elplantel reducido a los mejores del ránking mundial promete un espectáculo del máximo nivel