golf

Miguel Ángel Jiménez: «¿Mi secreto? Los puros, un buen vino... y amar el golf»

El veterano jugador recibe a ABC en su escuela-golf de Torremolinos tras ganar su último torneo en Hong Kong y a pocos días de cumplir 50 años. Ya suma veinte títulos, pero quiere más: «Me sigo sintiendo joven»

Miguel Ángel Jiménez: «¿Mi secreto? Los puros, un buen vino... y amar el golf» francisco silva

miguel ángel barbero

Con una sonrisa en la boca, un habano entre los dedos y una apreciable sensación de cansancio. Así nos recibe Miguel Ángel Jiménez en su escuela-golf, el último proyecto que ha puesto en marcha en Torremolinos. La temporada ha sido muy larga y, en ... estos días de descanso, aprovecha para hacer balance de su sorprendente año 2013 y lo que le queda por delante.

—Ante todo, ¿cómo se encuentra?

—Estoy reventado, la verdad. En apenas medio año he tenido que disputar una campaña completa y ha sido muy duro, tanto física como mentalmente.

—Hace un año se rompió la pierna y hasta mayo no pudo reaparecer. Muchos pensaban, incluso, que no podría recuperar su forma de antes...

—Nunca dudé de mis posibilidades. Me machaqué a tope en el gimnasio y fui por delante de los plazos médicos. Luego, desde que volví a competir en mayo lo hice bastante bien. Estuve acertado en los grandes, firmé un subcampeonato en Holanda y acabé el 22 en el ranking. La guinda ha sido ganar de nuevo en Hong Kong. Eso demuestra que el nivel sigue estando ahí...

—Con esa última victoria, ¿cambian sus planes para 2014? ¿Se va a pasar al Circuito de veteranos?

—Más o menos siguen igual, vamos a ir paso a paso y ya veremos lo que sale. Aunque el 5 de enero cumplo 50 años y puedo cambiar de categoría, en principio voy a seguir donde estoy, que no lo estoy haciendo tan mal (risas).

—Entonces, ¿los 50 no le pesan?

—Lo importante es la mente. El DNI dirá lo que quiera, pero yo me sigo sintiendo joven. Tampoco es que piense que tengo treinta años (mi espalda ya no es la de antes), pero tengo la cabeza muy sana y eso ayuda.

—¿Cuál es el secreto para seguir tan competitivo a su edad?

—No hay ninguno (sonríe). Bueno, sí, fumar buenos puros, beber buen vino, el aceite de oliva, el café expreso... (ríe). Evidentemente, hay un trabajo detrás y disfruto de lo que más me gusta en la vida, que es el golf. Es mi manera de vivir y me está recompensando.

—Los registros de longevidad que está logrando (es el vencedor europeo de más edad) ¿le estimulan?

—Por supuesto, todo lo que te va pasando te motiva y te sirve para ponerte el listón cada vez más alto. Me siento flexible y fuerte y me gusta servir de referencia para otros jugadores más jóvenes que ven cómo se pueden seguir sacando resultados si se trabaja duro tanto física como mentalmente.

—No le falta razón. Situado entre los 50 mejores del mundo tiene derecho a disputar los grandes y los mundiales, sin que le pregunten su edad.

—Tengo muchos torneos importantes por delante y no quiero hacer planes a largo plazo. El primer tercio de 2014 lo voy a hacer en el Tour Europeo con los saltos habituales al Americano, como un año más. Lo único que por ahora me atrae de los seniors es el Open Británico, que lo voy a disputar la semana siguiente al regular.

La Ryder, en el horizonte

—Abandonada entonces la idea de la «jubilación activa», habrá que pensar en otro tipo de retos. ¿Se le abren de nuevo las puertas de la Ryder Cup?

—Claro, ese es uno de los objetivos del año, pero no me quiero obsesionar. Prefiero ir semana a semana y cuando se acerque la fecha ya veremos. No cabe duda de que me encantaría jugar el próximo septiembre en Gleneagles.

—Este torneo es muy importante para usted, ¿le gustaría ser capitán en un futuro?

—Sin duda alguna que me agradaría seguir los pasos de Seve Ballesteros y Chema Olazábal. Según vas cumpliendo años te van aparcando y te hacen vicecapitán, primero, capitán después... pero como me encuentro tan bien podría ser jugador ahora y capitán-jugador en 2016 (sonríe con picardía).

—Puestos a seguir soñando, ¿se ve como ganador de un grande?

—¿Por qué no? Siempre que salgo a un torneo lo hago con la intención de ganar. Sea uno modesto o un «major». Y si estoy bien de juego, lo puedo conseguir. Este año en el «British» lo hice bastante bien, como en otras citas importantes. Yo nunca me descarto.

—Y si no triunfara usted, ¿por quién apostaría?

—Hombre, si gana alguno de los nuestros (Sergio, Gonzalo, Quirós...), pues mejor. Si no, Tiger seguro que volverá a hacerlo. Tiene unas condiciones excepcionales y aún tiene buenos años de golf por delante para lograrlo.

El problema del dinero

—El año que viene en Europa se va a obligar a los jugadores a jugar al menos un torneo en su país, para evitar la «fuga de talentos» a Estados Unidos. ¿Qué le parece la medida?

—Sensacional, de hecho yo la voté en el comité de jugadores. Estamos intentando que el Circuito Europeo no pierda velocidad ni talento y como no se puede impedir a nadie que vaya donde hay más dinero, al menos que lo apoyen cuando el Tour vaya a su país.

—La situación es delicada, porque se siguen perdiendo torneos y patrocinadores por la crisis económica.

—Es un círculo vicioso. Si no hay buenos jugadores no hay patrocinadores, y si no hay dinero, no vienen las figuras... De todas formas, la manera en la que se afronta la crisis a ambos lados del Atlántico no tiene nada que ver. Mientras que aquí hablamos de austeridad y de recortes, allí invierten más para mover el dinero y crear riqueza. Es otro concepto diferente.

—Habla con conocimiento de causa. En los últimos años ha organizado el Open de Andalucía, hasta que las pérdidas le han obligado a dejar de hacerlo. ¿Le siguen quedando ganas de ejercer de empresario?

—En absoluto. Si no hay recursos suficientes no tiene sentido. En las ediciones anteriores hacíamos un gran esfuerzo para sacarlo adelante, como medida de promoción y de desarrollo de la industria del golf en la Costa del Sol. Pero después de lo del año pasado, que se me retiró un patrocinador a diez días de la prueba y tuve que cubrir los gastos de mi bolsillo, ya no me lo planteo. La gente habla mucho y tiene muy poca palabra.

—Esa situación ha sido general en toda España. De los nueve torneos que se jugaron hace un par de campañas, ya solo quedan los dos Open de España que organiza la Federación. ¿Cómo ve el futuro?

—Como decía antes, hemos recortado en todo, y eso no es bueno. El turismo es lo más importante que tenemos, es la única industria que no se pueden llevar a otro sitio, y lo que hay que hacer es mimarla. Si hay que invertir en algo es en promocionarla, sobre todo en la parte de turismo deportivo que tenemos aquí. Los golfistas que vienen se gastan mucho dinero y son el motor de todo nuestro litoral. ¡Y qué mejor manera de atraerlos que organizar buenos torneos y que se nos vea en el mundo entero!.

Miguel Ángel Jiménez: «¿Mi secreto? Los puros, un buen vino... y amar el golf»

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios