mundial de ciclismo
Vacío tras las figuras
El ciclismo español espera que la carrera masculina profesional salve un Mundial que hasta ahora ha sido para olvidar
d. vilares
Mañana España buscará su sexta medalla de oro en un Mundial de ciclismo en la carrera élite masculina, la más importante del evento italiano. Si el domingo a la sobremesa Alejandro Valverde , Joaquim Rodríguez o cualquier otro de ... los nueve españoles que competirán en la carrera grande, todo serán celebraciones en el ciclismo nacional. Sin embargo, las pruebas previas a la grande no dejan demasiados motivos para sonreír.
En todas las carreras disputadas hasta ahora, el mejor resultado del ciclismo español ha sido el 14º puesto de Jonathan Castroviejo en la contrarreloj de los profesionales masculinos. Ni las féminas —que hoy tienen la prueba grande— ni los sub23 ni los juniors han tenido ningún peso en el desarrollo de las pruebas celebradas.
La mayor debacle se produjo ayer en la carrera sub23 en ruta, quizá en la que más opciones tenía España al margen de la élite masculina. Después de que el año pasado la Federación de Ciclismo sólo pudiese convocar a un ciclista por los malos resultados en la categoría, este año hasta cinco españoles participaron en la prueba. El líder, el murciano Rubén Fernández , ganador del Tour del Porvenir , la carrera por etapas más prestigiosa del campo sub23, la misma que venció Miguel Indura in cinco años antes de su primer Tour de Francia.
Fernández, gran escalador, partía como uno de los hombres a seguir en el Mundial sub23. Sin embargo, la carrera resultó un desastre para la selección. En cuanto se endureció el ritmo para luchar por las medallas, los españoles desaparecieron de los primeros puestos de la carrera. Las dos últimas vueltas del equipo nacional fueron absolutamente anónimas; tanto es así que el primer español en meta fue Fernández, como se esperaba, pero en el puesto 65º y a más de ocho minutos del oro, el esloveno Matej Mohoric .
Lo cierto es que la categoría sub23 nunca se le ha dado demasiado bien al ciclismo español. Desde que la categoría debutó en los Campeonatos del Mundo en 1996, España sólo ha conseguido dos medallas, ambas de plata: Óscar Freire en San Sebastián '97 y Francisco Gutiérrez en Zolder '02. Mientras que Freire no necesita presentación, Gutiérrez no consiguió desarrollar una carrera relevante en ningún caso. Valverde, Contador, Purito, Samuel Sánchez y los otros nombres pujantes del ciclismo patrio o no pasaron por el Mundial sub23 o lo hicieron sin éxito, así que no se puede dibujar el futuro del ciclismo profesional directamente desde las categorías inferiores.
Sin embargo, el vacío refleja un pesimismo generalizado en el ciclismo de nuestro país: la generación española que brilla ahora en la carretera no tiene relevo. Los éxitos de una quinta que se va agotando poco a poco (Contador tiene 30 años; Valverde, 33; Purito, 34; Samuel, 35) no dejan ver que detrás de ella no hay continudad , entre la falta de estructuras para desarrollarse. El panorama de los equipos es dramático, con la reciente desaparición de Euskaltel como último ejemplo.
Si el contexto actual augura dudas en el ciclismo masculino, en el femenino hace tiempo que las dudas serían hasta una muestra de optimismo. Entre la marginalidad mediática y observando el profesionalismo desde lejos, cualquier progreso que hagan las féminas sería un milagro . Un maillot arcoíris el domingo haría olvidar las penas del resto de la semana, pero lo que nunca hay que dejar de lado es que estas penas son el síntoma de un mal que amenaza al ciclismo español.
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