Eusebio Cáceres: «Es un orgullo que me digan que tengo opciones de medalla»

—¿Cómo se ve?

—Después de hacerlo tan bien en el Europeo, que era el objetivo real para este año, tengo mucha confianza para este Mundial. Nos hemos currado la mínima, que no era fácil y solo estando aquí se consiguen grandes cosas.

—Su salto de calidad ha sido vertiginoso.

—Soy realista y todavía no hemos llegado demasiado lejos. He cambiado mi forma de entrenamientos, doblé las jornadas, pero no con más cantidad de ejercicios, sino de más calidad. Estoy muy bien, y sé que puedo estar ahí a por todas.

—Dejó las hamburguesas y las pizzas.

—Sí, la fruta y las ensaladas también han ayudado mucho a mejorar.

—¿Cuál es su objetivo real?

—Todos nos planteamos mejorar nuestras marcas personales. Más allá no depende todo de ti, pero me voy a dejar la piel. Quiero entrar en la élite.

—¿No lo está ya?

—Estoy acercándome. Quiero estar arriba y mantenerme todo el tiempo posible.

—Todos dicen que es la principal baza para las medallas, ¿cómo lleva la presión?

—Funciono muy bien porque no le hago caso. Voy mucho a lo mío. Y no lo considero presión. Que los compañeros y los técnicos digan que puedo hacer algo, eso es orgullo. Si lucho, lo lograré.

—Es un Mundial tras unos Juegos Olímpicos, ¿qué podemos esperar?

—Que sea después de Londres no significa que vaya a bajar el nivel. Al revés, la criba ha sido mucho más dura y hay olímpicos que no han entrado. Todos sabemos la importancia de esta cita y hemos afinado para venir a Moscú en las mejores condiciones. Yo estoy mejor que en los Juegos.

—¿Qué diferencias notará en Moscú con respecto a Onil, donde se entrena?

—El clima y la temperatura pueden modificar en algo tu salto, pero el estadio será el mismo para todos. Solo serán excusas.

—Este año solo ha habido dos saltos mejores que el suyo.

—Sí, Luis Rivera y Aleksandr Menkov, que para mí es el favorito. Ha saltados varias veces por encima del 8,30 y compite en casa. La grada empuja mucho. No olvidaré nunca el Europeo en Barcelona. La gente se volcó. Fue espectacular.

—¿Por quién apostaría de los españoles?

—Miguel Ángel López en marcha, y Kevin López en el 800. Están muy, muy bien.

—¿Es la crisis el salto más difícil?

—Sí. Nos han destrozado por todos los lados. También los entrenadores lo están pagando muy caro. Y sin ellos, no hay futuro.