mundial de natación
El salto desde el infinito de Orlando Duque
Barcelona acoge la competición de «high diving», saltos desde 27 metros (9 pisos) con Orlando Duque y Gary Hunt como máximos favoritos
abc.es
Nueve pisos de altura, 120 escalones, una velocidad de 85-90 kilómetros por hora y una desaceleración a cero de 1,5 segundos en cuanto se toca el agua. Estos son los datos técnicos de un salto desde 27 metros, nueva modalidad que debuta en ... el Mundial de Barcelona con éxito de público.
Sin duda es Gary Hunt el rival a batir en esta competición de natación, riesgo y espectáculo. El británico es tres veces campeón de la World Series que organiza Red Bull -una competición mundial que se disputa en varios países durante el año-, en 2010, 2011 y 2012. Hunt, de 29 años, comenzó en la natación en la altura de 10 metros, pero se le quedó pequeña esa altura y decidió dedicarse a mayores experiencias.
Pero la estrella de la competición es el colombiano Orlando Duque, nueve veces campeón de las World Series. Nacido en Cali el 11 de septiembre de 1974 y en 2000 ganó su primer campeonato de salto desde un acantilado: «Que el "high diving" entre a formar parte de unos Mundiales es un reconocimiento que nos faltaba. Iré a por todas, quiero esta medalla porque es la única que me falta, y soy el saltador de mayor edad», advirtió en la presentación del evento. Asegura que en los tres segundos que dura el salto hay tiempo para erctificar, pero que hay dos momentos en los que se hace imprescindible la confianza y, sobre todo, mantener la cabeza fría: «Lo más difícil es controlar la velocidad, porque a partir de 15 metros la aceleración es tal que tienes que estudiar el salto partiéndolo en trozos».
La caída también es lo más peligroso, porque las lesiones suelen ser habituales si al entrar en el agua existe el más mínimo despiste, por lo que se hace más que imprescindible tener siempre la referencia de dónde está el agua y cuánto queda para llegar a ella: «Hay que caer con el tren inferior, mucho más fuerte que el superior. Ésta es una de las razones por las que la caja torácica tiene que estar especialmente bien trabajada», afirmó. En el agua esperan tres submarinistas que controlan en todo momento al saltador a quien acompañan en sus primeros segundos en el agua para socorrerlo en caso de que sea necesario. Un gesto con la mano en señal de OK confirma que el saltador está bien y no necesitará de su ayuda.
No hay españoles, pero sí mucha afición ya que es una competición no oficial que se ha puesto de moda en los últimos tiempos. Aunque se pueden encontrar lanzamientos desde grandes barrancos desde los albores de la historia, no ha sido hasta hace unos años cuando se ha considerado una competición encuadrada en los deportes de riesgo. En el puerto de Barcelona, la plataforma para ellos está situada a 27 metros -20 para ellas-, pero son famosas las caídas desde La Quebrada, a 35 metros de altura.
Lo que también se trabaja, y mucho, es la parte psicológica, porque el miedo desde aquella altura es para todos igual, por muchos saltos que se hayan realizado con anterioridad. Todos, incluso el más veterano como él, siguen sientiendo cómo se les acelera el corazón al subir las 120 escaleras que les llevarán a lo más alto de la plataforma, donde están las mejores vistas, desde donde harán un salto desde el infinito.
El salto desde el infinito de Orlando Duque
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