
Las diez maldiciones del deporte
En diversas modalidades, la mala suerte queda plasmada en la estadística histórica, condicionada por varios datos «caprichosos»
Actualizado: GuardarEn diversas modalidades, la mala suerte queda plasmada en la estadística histórica, condicionada por varios datos «caprichosos»
12345678910Wimbledon y la sequía británica

afp Para ver a un británico coronarse en Wimbledon, hacía falta rebobinar la película hasta 1936, donde las pocas imágenes existentes aparecían en blanco y negro. Fred Perry fue el último local en conseguir la gloria ante su público. Andy Murray alejó a los fantasmas del pasado y rompió una de las estadísticas más negativas del deporte.
La maldición del Bambino

reuters A falta de 14 años para cumplir un siglo, los Boston Red Sox se desquitaron de la mala racha. Su última Serie Mundial se produjo en 1918 y hasta 2004, los aficionados no pudieron disfrutar de un nuevo título de esa magnitud. Recibió el nombre de «La maldición del Bambino», debido a dicho apodo que recibía Babe Ruth. En 2007, volvieron a conseguir otra Serie Mundial para apartar las dudas.
La maldición de Guttman

archivo abc «El Benfica no volverá a ser campeón europeo sin mí. Me voy». Así de lapidario y enigmático se expresó en un portugués precario Béla Guttmann (1899-1981), entrenador de los encarnados entre 1959 y 1962 y en la temporada 1965-66. Guttmann, un trotamundos del mundo del fútbol de origen judío, está considerado el padre fundador del gran Benfica de los 60 y 70 y uno de los mentores del genial Eusebio, estandarte de aquel equipo y estrella que compitió con el propio Pelé como mejor futbolista del planeta. La pasada campaña las «águilas» perdieron la liga portuguesaen el descuento contra el Oporto y la final de la Europa League frente al Chelsea.
La Champions no se deja querer

efe Desde que la Copa de Europa adquirió el nuevo formato y pasó a llamarse Liga de Campeones, ningún equipo ha logrado revalidar el título. Las famosas cinco Copas de Europa del Real Madrid quedan lejos, muy lejos. La próxima temporada, Pep Guardiola tendrá la oportunidad de hacer historia si consigue la «orejona».
Si ganas la Confederaciones, no ganas el Mundial

efe Desde la creación de la Copa Confederaciones en 1991, hay un pretexto muy claro: «Quien gane este torneo, no ganará el próximo Mundial». Si no, que se lo pregunten a los brasileños, huérfanos de Mundiales cada vez que consiguen la Confederaciones. Si la maldición continúa, la «canarinha» no ganará «su» Mundial en casa.
España, contra la maldición de la derrota en el primer partido

efe España comenzó el Mundial de Sudáfrica con derrota. Concretamente, un doloroso 0-1 ante Suiza, cerrada atrás con autobús, candado y barricada. Hasta ese momento, cualquier selección que perdiese su primer partido en una Copa del Mundo no ganaría el torneo. Pero los aciertos de Vicente Del Bosque, las paradas de Casillas, los cabezazos de Puyol, el trabajo sucio de Busquets y el oportunismo de Iniesta rompieron cualquier tipo de maldición.
De Wimbledon a Roland Garros

ap Si los británicos han tenido que esperar 86 años para ver ganar a uno de los suyos en el torneo local, los franceses van camino de ello. De momento, Yannick Noah es el último francés en lograr el Abierto de Francia. En 1983, derrotó al sueco Mats Wilander. Un margen de 30 años separa este acontecimiento y, seguramente, el tiempo correrá en contra de los galos. Tsonga, Paire y Simon son las únicas esperanzas para contrarrestar un dato que puede convertirse en pesadilla.
Francia y el último paso en los Mundiales de rugby

afp La selección francesa de rugby ya no puede acogerse al refrán: «A la tercera va la vencida». Los galos, en tres ocasiones, han disputado la final del Mundial de rugby. Sin embargo, todas los desenlaces los han perdido. Desde la creación de la Copa del Mundo de rugby en 1987, Francia ha disputado tres finales (1987, 1999 y 2011), siendo la selección que más veces ha luchado por el Mundial, junto a Inglaterra, Nueva Zelanda y Australia.
El cambio radical del Abierto de Australia

archivo abc Lo que parecía un torneo creado para que los australianos mostrasen su calidad con la raqueta, de repente, el camino de la victoria fue trasladado en otra dirección. Desde 1976, ningún australiano ha logrado hacerse con este Grand Slam. En 2005, Lleyton Hewitt fue el último anfitrión en poder romper la maldición, pero Marat Safin remontó el partido y agrandó la estadística negativa australiana a 37 años.
El Tour, ¿otra brecha abierta para los franceses?

archivo abc Que a muchos franceses les duele ver a un español subido en el podio de los Campos Elíseos escuchando el himno español, no es ninguna adivinanza. Sin embargo, ese dolor puede aumentar si ningún galo se adjudica la mejor vuelta ciclista del mundo, la francesa, la suya, el Tour. Seguramente, todavía alaben a Bernard Hinault, el último en demostrar su valía en el deporte de la bicicleta. 1985 es el punto de partida. La suma continúa. La brecha sigue abierta.








