22 de las 66 federaciones, en quiebra técnica

«La del deporte es la última burbuja» , dicen quienes conocen al detalle las cuentas. El CSD se propone pincharla de manera controlada, en el entorno económico más adverso de su historia. La ronda de presidentes empezó poco después de que el CSD anunciara el pasado 26 de marzo una rebaja del 34% en el montante general de las subvenciones al deporte para 2013. La Junta de Federaciones Olímpicas, que agrupa a 27 de las 66, incluidas varias de las consideradas en quiebra técnica -como atletismo, ciclismo y piragüismo-, se quejó el viernes y después de una reunión en la sede del Comité Olímpico Español hizo saber «su enorme malestar con los criterios para conceder las subvenciones» . Aseguran que el último recorte del Gobierno ha devuelto las ayudas al nivel de 1985, y dicen que temen que se pierda «el gran nivel deportivo que se ha dado en denominar la ‘edad de oro del deporte español’».

El CSD reconoce que la disminución de recursos tendrá impacto en el funcionamiento de las federaciones, pero dice que con la ronda de revisiones intenta ayudar a que los recortes y las nuevas exigencias afecte lo mínimo posible al deporte.

Después de revisar los papeles de las 66 federaciones, su catálogo de asombros guarda gastos destinados a cuestiones laterales a la actividad deportiva. Directivos que viajan a congresos acompañados de esposa e hijos. Desplazamientos en primera. Hoteles de lujo. Algún mandatario con un salario de 80.000 euros, superior al del presidente del Gobierno, al que añade 35.000 euros en gastos. Estructuras con varios sueldos por encima de los 100.000 euros anuales. Desviaciones por encima del 60% de lo presupuestado en los gastos para competir en un campeonato («se hizo a última hora», como justificación).

Consecuencias

Alguna de estas cantidades, el CSD intentará recuperarlas. Va a pedir el reintegro de algunos gastos realizados por varias federaciones entre 2010 y 2013, y que no han sido suficientemente justificados.

«No vamos a permitir que se gaste más de lo que se tiene», es el mantra que ha llegado también al Consejo, que va a endurecer las condiciones para poder recibir las subvenciones de 2014.

De la visita a su sede, los presidentes se llevan deberes. Los esperan de vuelta entre finales de mayo y principios de junio con planes de viabilidad a cuatro y seis años a los que el CSD ha de dar su visto bueno . Tendrán que ajustar los gastos en las partidas no directamente destinadas a la actividad deportiva. El Consejo estudia, por ejemplo, que los viajes se rijan por el mismo decreto que regula los de los funcionarios públicos: a qué tipo de hoteles se puede ir, en qué clase se puede viajar.

El plan que espera el Consejo debe contemplar también una partida destinada a reducir la deuda, que ahora coloca a un tercio de las federaciones al borde del abismo. Antes del recorte del 34%, en medio ya de lo peor de la crisis, algunas federaciones siguieron aumentando su deuda, en ocasiones por encima del 10% desde 2008. La aprobación de ese plan de viabilidad y el grado de cumplimiento del presupuesto serán decisivos para la concesión de las nuevas ayudas de 2014. «Las federaciones deben pensar que en el mejor de los casos pueden aspirar a mantener los ingresos ; lo que no sucederá es que crezcan», dicen en el Consejo.

Al límite

Con este panorama de exigencias, en un contexto de posibilidades muy menguantes, llega la queja de la Junta de Federaciones Olímpicas. Aseguran que ya han llegado hasta donde pueden llegar. Recuerdan los ERE que ya han reducido el personal en la de atletismo y en la de tiro olímpico, por ejemplo, que en muchos casos se han combinado con fuertes reducciones de algunos sueldos.

Insisten en que este ajuste se notará en los resultados. «Quizá no son conscientes del daño que se puede hacer a la imagen de España , a lo que se ha conseguido estos años con un coste relativamente bajo. De otro modo que no fuera a través del deporte, ese efecto en la imagen sería mucho más caro», dicen desde la federación de tiro .

En el ala del CSD que visitan estas mañanas los presidentes creen que, en esta situación límite, para garantizar el futuro es urgente sanear.