Lo temía Valero Rivera, el seleccionador. La defensa egipcia era demoledora, y le faltó añadir que Mohamed bajo los palos fue la pesadilla de Morros y Entrerríos. Sin embargo, el tiempo dio la razón a la mejor técnica española y para mitad del primer tiempo, España pudo irse en el marcador y llegar al descanso con cinco goles de ventaja.
Respiro para los de Valero Rivera que estuvieron arropados en todo momento por una afición entregada a la causa, consciente de la dificultad y de que todavía quedaba mucho por hacer. Por fin Entrerríos pudo hacer valer su superioridad y su experiencia y la ventaja siguió manteniéndose. Los ataques de uno y otro equipo se contaban por goles y el partido entró en una dinámica más pausada.
El cansancio se dejó notar y los fallos en defensa también crecieron, lo que provocó que los egipcios se acercaran en el marcador por 20-23. La defensa de los de Abdeltawab volvió a ser la de los primeros minutos de encuentro y solo la exclusión de Ibrahim Mohamed propició que la selección española pudiera frenar el avance egipcio. Rocas en dos ocasiones pudo deshacer la bajada de intensidad en la que se vio envuelta España que, a diez minutos para el final, apaciguó el partido y encontró su juego para evitar que Egipto volviera a ganar confianza.
A cinco minutos para el final, España comenzó a divertirse. Guardalas espaldas, Rocas a la contra y Maqueda en un fantástico robo de balón terminaron por minar la moral egipcia, que habían hecho todo lo posible por remontar, pero se desinflaron al chocar una y otra vez con Sterbik y la confianza española.
24-29 para España en la segunda jornada del Mundial. Segunda victoria que costó más comenzar y mantener. Ensayo real de lo que queda en esta fase de grupos. El martes Australia; el jueves, Hungría y el sábado, Croacia.
]]>