La Zarzuela, Patrimonio Cultural Inmaterial por Real Decreto

En la disposición publicada en el Boletín Oficial del Estado aquel día, se justificaba el interés de esta declaración «por su valor musical intrínseco que la ha convertido en un elemento identitario del imaginario sonoro de ciertos territorios. Además de este valor musical, ha pasado a formar parte del imaginario colectivo nacional a través de sus personajes, melodías y textos, muchos de los cuales se han acabado convirtiendo en expresiones, dichos, refranes populares, etcétera».

Con la declaración se quiere, continúa la disposición, «contribuir a su consideración social y el interés del público general y a su salvaguarda frente a los riesgos a los que continuamente se enfrenta». Según el texto, estos eran cinco fundamentalmente: «La escasez de obras contemporáneas, las barreras y estigmas que existen sobre el género, estableciendo asociaciones erróneas y reduccionistas y dejando de lado otras regiones donde la Zarzuela tiene una gran tradición; el envejecimiento de la edad media del público, no consiguiendo atraer a las nuevas generaciones, por lo que es necesario aumentar los programas o iniciativas específicos para su fomento; problemas con el relevo de intérpretes del género, y escasa representación de zarzuelas dentro de los ciclos musicales por falta de apoyo popular».

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Los primeros pasos por parte del Ministerio para llegar a la declaración de ayer se remontan a abril de 2018, cuando el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), dirigido entonces por Montserrat Iglesias, manifestó su intención de iniciar este procedimiento, por lo que solicitó un informe preliminar al musicólogo Emilio Casares. La intención final de la declaración era «otorgar a la zarzuela la máxima categoría de protección que puede otorgar el Estado».

La decisión del Gobierno llega después de que el Consejo de Patrimonio Histórico -órgano en el que participan los directores generales de patrimonio cultural de todas las comunidades autónomas y que convoca el Ministerio de Cultura- ya declarara a la zarzuela «Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial». Se consideró entonces que la zarzuela es un género que nació como espectáculo cortesano y ha evolucionado hasta la actualidad transmitiéndose de generación en generación, convirtiéndose en un sello de identidad de la cultura española; se destacaba también su vinculación con los temas populares y su recreación constante por la comunidad, que ha conseguido que se sienta dentro del imaginario cultural.

El Teatro de la Zarzuela de Madrid (levantado en 1856) aparece en la declaración como «parte de la historia del género», y se añade que por ello «juega un papel fundamental en cuanto al espacio ligado a la expresión misma de este Patrimonio Cultural Inmaterial». La directora del coliseo, Isamay Benavente, no podía ayer disimular su alegría. «Estamos contentísimos todo el equipo. Sabemos y somos perfectamente consciente del patrimonio que tenemos, de que hay que cuidarlo, respetarlo y transmitirlo de la mejor manera posible. Pero es necesario que lo demos a conocer al mundo y que se sepa que tenemos esta joya única. Y estoy segura de que esta declaración nos va a ayudar en esta labor».

Y es que el fin último de esta declaración por parte del Gobierno es lograr el reconocimiento por parte de la Unesco de la zarzuela como patrimonio inmaterial de la humanidad. La candidatura fue promovida por el propio teatro, que bajo la dirección de Daniel Bianco, ha preparado en los últimos años diversos informes, que el Gobierno ha añadido al expediente, y que son requisito imprescindible para la tramitación de la candidatura ante la Unesco. La declaración por parte de este organismo internacional tardará, piensan en la Zarzuela, unos dos o tres años.