Voces críticas alertan sobre los «preocupantes» planes del Gobierno colombiano para el galeón San José

«Las decisiones que se tomen ahora en relación con el caso Galeón San José tendrán repercusiones más allá sobre el patrimonio arqueológico en general y sobre procesos culturales de largo aliento«, señalan académicos de diversas universidades de Colombia, así como Rodrigo Pacheco, del National Museum of Royal Navy, y Ana Crespo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«Se sumarán dichas decisiones a la larga historia de intenciones por expoliar los contenidos del patrimonio arqueológico en agua y en tierra, así como a los intereses por reabrir la puerta a quienes han valorado dicho patrimonio como una mercancía y objeto de negocios?», se preguntan con temor.

En recientes declaraciones de Correa en diferentes medios de comunicación, «sobre todo extranjeros», estas voces críticas observan «varios asuntos que resultan por lo menos preocupantes«, como el propósito del gobierno de Gustavo Petro de »avanzar prontamente« en la extracción del pecio, como si fuera »un mandato de obligado cumplimiento«.

«El imperativo de 'sacar' los restos del galeón» expresa bien, a su juicio, una «falta de rigor científico» y «tal rumbo desconoce o desprecia de entrada las advertencias efectuadas por voces expertas que desde hace por lo menos 13 años han recomendado considerar, en primer lugar, acciones de preservación in situ, antes de explorar cualquier alternativa de extracción«, siguiendo las recomendaciones de la Convención de la Unesco sobre la protección del Patrimonio Cultural Subacuático. »No es impedimento que Colombia no sea miembro de la Convención para que se tengan en cuenta«, sostienen.

Además, advierten que Colombia no cuenta con un laboratorio de conservación idóneo para tratar adecuadamente y preservar lo que eventualmente se extraiga del barco español que naufragó en el siglo XVIII en el Caribe, frente a Cartagena de Indias.

Los académicos, que ya han exigido en otras ocasiones la retirada de la figura de una alianza público-privada para extraer los bienes del pecio, reiteran las consecuencias negativas de revivir un proceso como el firmado por el gobierno de Juan Manuel Santos con los cazatesoros de Maritime Archaeology Consultant, suspendido durante el gobierno del expresidente Iván Duque.

«Puede anteponer esquemas económicos propios de los negocios privados» al tratamiento de los bienes culturales, «desconoce las capacidades nacionales en materia de investigación, protección, conservación y gestión del patrimonio« y »profundiza los riesgos de demandas en curso o por venir, adelantadas por empresas cazatesoros que afincan sus especulaciones financieras en el 'tesoro' del Galeón San José«, alertan.

Cualquier intervención en el yacimiento requiere de un Plan de Manejo Arqueológico, recuerdan además estas «voces críticas» que ante el anuncio de Correa de organizar un evento en Cartagena en enero para escuchar sus propuestas se muestran desconfiadas. Hasta el momento, dicen, «no se ha generado una dinámica de diálogo» y temen que se quede en «un gesto diplomático« que solo sirva al propósito de »validar decisiones gubernamentales ya establecidas de antemano«.

Las entrevistas de Correa, primero en medios internacionales y solo después en medios colombianos, resultan «sintomáticas», a su juicio, de esa actitud que ha mantenido el ejecutivo de tomar decisiones sobre el galeón «a puerta cerrada, con el concurso de actores internacionales» y, bajo el argumento de que se trata de un 'secreto de Estado', sin informar «suficientemente» al país.

«Esta actitud, sumada al propósito de revivir la figura de la alianza público-privada, da a entender que no se confía en las capacidades nacionales en materia de ciencia y tecnología aplicables a la protección y gestión del patrimonio cultural sumergido, poniendo en manos de iniciativas privadas con un interés esencialmente económico la extracción de los bienes que lo integran«, insisten los académicos que ponen a disposición del Gobierno colombiano sus capacidades y su disposición a »una escucha auténtica« para investigar y proteger el galeón San José.