Venecia hará pagar 5 euros a los visitantes de un día a partir de mañana para combatir el turismo masivo
El Ayuntamiento dice que el 2024 es un año de experimentación, para calibrar procedimientos y controles; en 2025 se pagará un máximo de 10 euros
Hay prevista una manifestación de protesta contra el pago del ticket, por parte de venecianos que rechazan que Venecia se transforme en un parque de atracciones y piden un turismo sostenible
Claves | Pagar por entrar en Venecia: lo que hay que saber sobre el nuevo ticket de acceso
Miles de turistas pagarán a partir de mañana, jueves, 5 euros por entrar en el centro histórico de Venecia. Para visitar la ciudad de los canales en días festivos o fines de semana, quien no pernocte en un hotel veneciano, tendrá que registrarse ... y, si no es ciudadano del Véneto, deberá pagar la tasa de acceso fijada este año en 5 euros. El primer período de pago incluye el 28 de abril, cuando el Papa Francisco viajará a Venecia y celebrará una misa en la Plaza de San Marcos, ante unas 9.000 personas. Cualquiera que reserve la visita recibirá un código QR en sus teléfonos móviles, que deberá mostrar si lo solicita un vigilante. Los infractores se arriesgan a multas de hasta 300 euros.
Los visitantes que pernoctan en Venecia también pagan su tasa turística, pues los hoteles cobran a los clientes una cantidad por día: 3 euros a cada persona, de media, dependiendo de la categoría del hotel. «Solo este impuesto permite ingresar 36 millones de euros al año al Ayuntamiento, que tuvo un superávit de 54 millones de euros el año pasado«, según el concejal de Hacienda, Michele Zuin. El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, ha explicado que no se trata de establecer un 'numerus clausus', una limitación en el número de las visitas, ni para aumentar los ingresos de las arcas públicas: «No es para ganar dinero, es un experimento que dura unos días. El primer objetivo es defender la ciudad y hacerla habitable».
Deberán pagar el ticket los turistas que visiten la ciudad en el horario de 8.30 a 16.00 horas y no se aplicará para el acceso a las islas. El objetivo es desincentivar el turismo de masas, sobre todo en los días de mayor flujo de turistas, cuando se hace incluso difícil caminar por las callejuelas del centro histórico. Serán en total 29 jornadas de pago. Se comienza con un único bloque del 25 de abril al 5 de mayo, para luego continuar los sábados y domingos de mayo (11 y 12, 18 y 19, 25 y 26), junio (8 y 9, 15 y 16, 22 y 23, 29 y 30) y julio (6 y 7, 13 y 14). El regidor Brugnaro considera que la iniciativa de Venecia puede constituir un modelo para otras capitales: «Creo que, si encontramos la clave adecuada, puede convertirse en un proyecto que otras ciudades del mundo podrían aplicar también en los lugares más simbólicos y delicados, para que sean utilizados con cuidado y respeto«. Según el Ayuntamiento, los ingresos ayudarán a pagar el mantenimiento y la limpieza de la ciudad.
Venecia pierde paulatinamente población. En el 2022 cayó por debajo del umbral simbólico de 50.000 habitantes. El pago por entrar en Venecia preocupa a muchos de sus habitantes, porque temen convertirse en una especie de reliquia de un museo al aire libre, según explica Matteo Secchi, quien preside la Asociación Venessia.com, que lucha por preservar la identidad y el patrimonio de la ciudad de la laguna: «Nací en Venecia hace 54 años, pero me siento como un extranjero. Esta ciudad ha perdido su identidad y cuando los turistas paguen por entrar será como un museo al aire libre. Los venecianos estamos desapareciendo y pronto seremos reliquias de ese museo». Matteo Secchi y muchos venecianos están en desacuerdo con el pago de un billete para entrar en Venecia, porque consagrará psicológicamente la idea del museo al aire libre.
Secchi es partidario de que la ciudad no se cierre, pero que se ponga un límite máximo. Lo ideal sería un turista por cada habitante para el centro histórico, según un estudio realizado por un grupo de economistas de la Universidad Ca' Foscari de Venecia, coordinado por el profesor de Economía del Turismo Jan Van Der Borg. Si hoy los habitantes ya no llegan a 50.000, el límite máximo debería ser poco más de 18 millones, número ampliamente superado. «Los últimos datos que tenemos disponibles –dice el profesor Van Der Borg–hablan de un total de 30 millones de visitantes al año (una media de 82.191 diarios). Las estimaciones en nuestro poder dicen que el 20% se compone de pernoctaciones, el 80% de excursionistas». Estos son definidos como turistas de 'mordi e fuggi', es decir, se marchan en el día o al máximo permanecen una noche.
El concejal de Hacienda, Miche Zuin, explica por qué el Ayuntamiento ha desechado por el momento la idea de imponer un límite máximo de ingresos en Venecia: «El 2024 es un año de experimentación, para calibrar procedimientos y controles. En 2025 estableceremos un umbral basado en las cifras reales que surgirán de la experimentación de este año. Quien esté dentro del umbral paga poco, si está por encima del umbral paga 10 euros. O decide venir otro día».
En los últimos días se ha intensificado una campaña contra el pago del ticket, con una página en Facebook bajo la denominación «Free Venice from Ticket». Los promotores explican las razones de su oposición: «No estamos en contra del turismo como dicen algunos, simplemente pensamos que el turismo, dada la particularidad de Venecia, debe ser sostenible. Luchamos enérgicamente contra la idea de una Venecia de pago por entrar, una ciudad transformada en parque de atracciones y sus habitantes en actores de fondo. La tasa -añaden- no solucionará el grave problema del exceso de turismo y penalizará a los residentes». En un largo comunicado, los autores de la campaña «Free Venice from Ticket» señalan que Venecia es «una ciudad símbolo de apertura y cosmopolitismo, por lo que imponer un impuesto de entrada es en sí mismo un fracaso cultural, cívico y turístico», y concluyen subrayando, de forma genérica, que «Venecia debe ser una ciudad abierta con un turismo sostenible».
Manifestación en contra
Este jueves habrá una manifestación de los venecianos que se oponen al tiket de pago para entrar en la ciudad. El concejal de Hacienda, Michele Zuin, considera que no tiene sentido esta manifestación de protesta: «Quienes la hacen son los mismos que se quejan cuando la ciudad está llena, no pueden ir a trabajar y se quedan atascados cuando tienen prisa. Es una mera oposición política. Entre los que participan en la protesta están los que dicen «no a todo» y quieren que todo esté bloqueado. Aparte de las críticas, no veo ninguna idea».
En definitiva, el concejal de Hacienda declara al periódico local «Il Gazzettino» que está de acuerdo en que Venecia no se debe cerrar, pero en determinados días habrá que pagar un ticket de 5 euros, cifra que se duplicará en el próximo año: «Venecia siempre ha sido una ciudad abierta, cerrarla habría traído innumerables críticas. El Ayuntamiento es de esta opinión. También existen principios europeos de libertad de circulación. Preferimos decir: Venecia es una maravilla que no hay que perderse, pero sí venir unos pocos a la vez y no masivamente«.
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