Urtasun veta en la Biblioteca Nacional a una empresa israelí a la que renovó hace dos meses
La institución cambiará su sistema de catalogación, préstamos y adquisiciones, que desde 2024 prestaba Ex Libris
La BNE prorrogó en agosto por cuatro años las licencias del sistema que el ministro quiere revocar por su vinculación con Israel
Reconoce que «no existen alternativas en el mercado que ofrezcan una ventaja clara» sobre el de Ex Libris
La sede de la Biblioteca Nacional en Alcalá lleva tres décadas abierta sin licencia
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Ministerio de Cultura ha decidido rescindir el contrato con Ex Libris, una empresa de origen israelí propietaria del software que usa la Biblioteca Nacional de España (BNE) para los servicios de catalogación, préstamo y adquisición de sus fondos más importantes. La BNE adjudicó ... el servicio a esta compañía en 2023; el sistema comenzó a operar en 2024 tras una compleja migración y, en agosto –hace dos meses–, renovó por cuatro años las licencias. Para entonces, el ministro Urtasun ya había recibido una queja de medio millar de bibliotecarios que exigían rescindir el contrato por el «genocidio» de Israel en Gaza y, públicamente, urgía al PSOE a dar pasos desde el Ejecutivo contra el Estado israelí.
Según explican fuentes del departamento que dirige el también portavoz de Sumar, el ministerio toma esta decisión amparándose en el «marco jurídico que proporciona el real decreto-ley de medidas urgentes contra el genocidio en Gaza y de apoyo a la población palestina», aprobado por el Consejo de Ministros hace dos semanas. Un grupo de bibliotecarios, que se ha terminado ampliando a medio millar de firmantes, puso antes del verano en marcha una iniciativa para exigir a la BNE y a instituciones como la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) o el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) la rescisión de los contratos con Ex Libris.
«Nos parece inadmisible que la cabecera del sistema bibliotecario español dependa de una empresa del país que está incumpliendo todas las resoluciones de la ONU e ignorando los derechos fundamentales más elementales», señalaban los bibliotecarios firmantes en una carta enviada a Urtasun en junio. El ministerio ha recibido dos misivas: la de principios de verano y otra la semana pasada, tras una reunión entre los bibliotecarios y la BNE. Cultura afirma que, tras conocer el contrato de 2023, empezó a estudiar las vías legales para rescindirlo, aunque entretanto prorrogó el acuerdo. Publicó la licitación en julio y la adjudicó en agosto.
El Ministerio de Cultura prepara ahora una nueva licitación para la gestión bibliotecaria de la BNE «que excluirá a las empresas vinculadas con la ocupación». Los bibliotecarios promotores de la reclamación alegan que Ex Libris –empresa propietaria de la licencia de Alma que opera en la BNE– mantiene vínculos con Israel: su sede está en el Parque Tecnológico de Malha, emplazado sobre una antigua aldea de Cisjordania, el software Alma empezó a desarrollarse en los años 80 en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y uno de sus altos ejecutivos ha sido vinculado con el aparato político del Estado israelí. Otros defienden, en cambio, que Ex Libris opera ya como una compañía internacional, tras ser adquirida por un fondo estadounidense y contar con subsedes en el Reino Unido y Alemania.
La Biblioteca Nacional estudia retirar la corona de su imagen institucional
Jaime G. Mora y Jesús García CaleroLa relación contractual entre la BNE y Ex Libris, en todo caso, se mantiene con la filial europea Ex Libris GmbH, con sede en Hamburgo (Alemania). A esta empresa abonó Cultura 642.268 euros para implantar el software Alma en 2023. Comenzó así un «proceso complejo y de gran envergadura» de migración del sistema anterior, que se alargó un año, hasta que en 2024 Alma quedó plenamente operativo. La BNE no es la única institución española que usa este software para gestionar préstamos, catalogaciones o adquisiciones; también lo utilizan la mayoría de las bibliotecas públicas del país, incluidas muchas universitarias.
El contrato rubricado en 2023 incluía un año de licencias, que vencían en agosto, «haciendo imprescindible su renovación para asegurar la continuidad de los servicios esenciales de la BNE». Y eso fue precisamente lo que se aprobó en agosto, con la carta de los bibliotecarios ya en el despacho de Urtasun y con el ministro reclamando al PSOE medidas más duras contra Israel por el «genocidio» en Gaza. El coste total de esta licitación asciende a 1,48 millones de euros en cuatro años, hasta 2029, dado que «un nuevo cambio de sistema interrumpiría la curva de aprendizaje y exigiría reorganizar de nuevo todos los procesos técnicos».
Ese es, precisamente, el escenario en el que Urtasun ha colocado a la Biblioteca Nacional: el de romper con un proveedor esencial en nombre de una política de exclusión de empresas «relacionadas con los territorios ocupados ilegalmente por Israel». Según la versión oficial, la licitación que se quiere revocar es la iniciada en 2022 y adjudicada en 2023, y la aprobada hace dos meses sería una consecuencia administrativa de aquella. «Ahora empezamos una nueva licitación y, cuando haya otra empresa, será esta la que opere. Hacer caer el contrato de inmediato implicaría que la BNE dejara de prestar este servicio», sostienen en el ministerio. Cultura no se atreve a precisar cuánto tiempo seguirá Ex Libris gestionando la BNE, pero todo apunta a que será, al menos, otro año más.
La Biblioteca Nacional se apunta a la descolonización
Jaime G. MoraEl Ministerio de Cultura inaugura la 'Pinacoteca Migrante' de Sandra Gamarra que representó a España en la Bienal de Venecia del año pasado
La documentación que acompaña a la prórroga de Ex Libris reconoce que desarrollar en un plazo breve una migración similar a la de 2024 «sería operativamente inviable y generaría una interrupción significativa de los servicios a los usuarios». Además, «no existen alternativas en el mercado que ofrezcan una ventaja clara y justifiquen un nuevo proceso de migración tan poco tiempo después de la culminación del anterior». El software que sustenta la plataforma Alma es propiedad exclusiva de Ex Libris, y esa titularidad implica la inexistencia de otro proveedor capaz de garantizar la integridad y operatividad del sistema actual sin incurrir en una nueva y costosa migración de datos y configuraciones, con los consiguientes costes y disrupciones para la BNE. Ahora todo eso es papel mojado.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
SuscribetePeriodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la UCM y Máster ABC
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete