Urtasun «resignifica» el proyecto de Rajoy para crear el Museo del Cine en la antigua sede del NO-DO

«Qué mejor lugar para albergar un futuro Museo del Cine que este espacio, recuperando e incluso resignificando lo que fue un espacio del NO-DO y su documentario del franquismo durante tantos años como un gran espacio para poner en valor nuestra historia cinematográfica», dijo el ministro en un acto organizado en el propio edificio, propiedad del Ministerio de Cultura, junto al presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Fernando Méndez-Leite. «Yo creo que esta resignificación, esa sensación de memoria con la que lo hacemos, es absolutamente especial y por eso creo que es muy importante que podamos realizar este proyecto aquí». A su lado, menos pomposo, Méndez-Leite celebró que por fin se ponga «la primera piedra, como decían en tiempos de Franco», para hacer este museo. «Es un trabajo ingente que nos va a llevar meses y años, pero que creo que merece mucho la pena».

A esto se limitó el acto organizado por el Ministerio de Cultura: a un anuncio. «Hoy les hemos convocado aquí para hacerles este anuncio y para que puedan ver el espacio. Esas dos cosas». El espacio, ubicado en el número 145 de la calle Velázquez de Madrid, es un edificio de 4.000 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas que albergó el NO-DO y después fue absorbido por RTVE. «Yo trabajaba ahí arriba, en un despacho. Tenía un plató pequeñito y una sala de montaje ahí arriba», recordó Méndez-Leite. Posteriormente, fue el Ministerio de Cultura, a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), quien asumió la propiedad del edificio. «El elemento fundamental para poder empezar a diseñar un museo era tener un edificio», explicó Méndez-Leite. La Academia del Cine ya lo tiene. «A partir de ahora sí podemos empezar a trabajar». El objetivo es crear un centro de referencia donde haya colecciones fijas, exposiciones temporales y proyectos inmersivos. «En fin, una serie de posibilidades», dijo Méndez-Leite, en línea con otros grandes museos europeos dedicados al patrimonio cinematográfico.

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Le corresponderá a la Academia del Cine elaborar el proyecto del futuro museo. «Desde luego no va a ser para pasado mañana», dijo el presidente. También le tocará a la Academia buscar la financiación necesaria, de entidades estatales, de mecenas privados... «Pero primero lo que tenemos que tener es un proyecto un poquito más completo para saber lo que esto puede costar, intentar sacarle al ministro más pasta, en fin...». Urtasun avisó que los planes son tan preliminares que es pronto para hablar de financiación. Antes hay que saber cuál va a ser la museografía y las necesidades financieras. Los tiempos que se manejan van más allá de lo que queda de legislatura. La lógica dice que será otro ministro el que tenga que enfrentarse a esta cuestión. Lo de hoy, por si no ha quedado claro, fue un anuncio, «una primera piedra», «un primer paso».

¿A la cuarta irá la vencida? El primer intento, en los años 80, fue de Luis García Berlanga cuando era director de la Filmoteca Nacional. El cineasta propuso crear un Museo del Cine: «Sería la culminación de una etapa en la vida de la Filmoteca y un nuevo espacio de acción para el futuro». Ese futuro llegó tres décadas después, en 2008. Se habló de rehabilitar la vieja Fábrica de Tabacos de Embajadores, la Tabacalera, para construir el Centro Nacional de Artes Visuales. La idea era construir allí un Museo de Cine, otro de Fotografía y un Instituto de Creación. Estos planes tampoco llegaron a buen puerto. El tercer intento fue con Rajoy en La Moncloa, a finales de 2017, y el lugar elegido fue la antigua sede del NO-DO, vinculada al noticiario en el que el régimen de Franco promocionaba sus políticas, entre ellas las inauguraciones de pantanos. Urtasun, con su anuncio, se anota el cuarto intento (o el tercero bis).