El último mensaje de Sánchez Dragó, dos horas antes de su muerte, con su gato Nano
El escritor había dado los buenos días con su querida mascota subiéndose a su cabeza
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El escritor Fernando Sánchez Dragó había comenzado el 10 de abril de manera totalmente casual y normal, sin saber que iba a ser su último día. De hecho, el último mensaje público que ha dejado en el mundo este prolífico creador literario ha ... sido un epitafio un tanto inesperado.
El último mensaje fue toda una declaración de intenciones, casi filosófica, sobre lo que era.
«El gato Nano me da los buenos días. Él sabe que en la cabeza está el secreto de casi todo», escribió por última vez el autor.
Sánchez Dragó era un apasionado de los animales. Tenía varios perros y gatos, y numerosas veces los usaba bien para inspirarse, bien para ponerlos como ejemplo de comportamiento frente a los humanos.
Era habitual que, en sus redes o en sus declaraciones, hiciera alusión a ellos.
Más duro fue cuando se refirió a la reciente Ley de Bienestar Animal. El escritor le auguró un muy mal futuro ya que sería «constantemente transgredida», ya que «por mucho que el estado policial que está en marcha en España siguiera adelante», iba a resultar «absolutamente imposible controlar si una persona va a matar a una rata».
Estas declaraciones las realizó en el último de los encuentros eleusinos que auspició, y que llevaba por título 'El Arca de Noé. Zoología sagrada', celebrado en Ávila.
Soseki, el gran amigo gatuno de Sánchez Dragó
Los gatos eran para Sánchez Dragó unos seres muy especiales. Para él trascendían la mera figura de las mascotas y los consideraba imbuidos de poderes casi superiores que les permitía ir de viajeros entre el mundo terrenal y el etéreo.
Tanto fue así que la muerte de su gato Soseki le inspiró para realizarle uno de sus cuentos más famosos, 'Soseki, inmortal y tigre'. La pérdida del animal, que falleció en un accidente doméstico, fue de tal calado en su vida que en su momento llegó a decir que lloró más por él que cuando murió su madre.
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