Trump y los republicanos estallan por la elección de Bad Bunny para la Super Bowl: «Es ridículo, no sé quién es»

Mientras la NFL busca acercarse al público hispano, los acólitos del presidente llaman a un boicot por la elección del cantante, que prometió un espectáculo solo en español

Bad Bunny en la Super Bowl: EE.UU. confirma que desplegará agentes migratorios durante la actuación del puertorriqueño

Donald Trump no quiere escuchar a Bad Bunny en la Super Bowl REUTERS

Javier Ansorena

Corresponsal en Nueva York

La elección de Bad Bunny para el espectáculo del descanso de la Super Bowl ha levantado ampollas en la parte de EE.UU. que considera el español y lo hispano como algo no del todo fetén en lo estadounidense.

Entre ellos, el primero de ... todos, su presidente, Donald Trump. «No sé quién es», reaccionó el multimillonario neoyorquino cuando le preguntaron por el rey del 'trap' y del reguetón. Es algo difícil de creer. No solo porque Bad Bunny sea un fenómeno musical de este tiempo, autor del disco -'Un verano sin ti'- más escuchado de la historia en Spotify. También porque es un azote de Trump y de sus políticas, contra las que ha usado el altavoz de su fama y su propia creación. El pasado 4 de julio, la fiesta nacional de EE.UU., publicó el 'single' 'NUEVAYoL', en el que, entre otras cosas, aparecía una voz imitando a Trump que pedía perdón a los inmigrantes por sus políticas.

«No sé lo que están haciendo, es una locura», dijo sobre los jefes de la liga profesional de fútbol americano, la NFL, la organizadora de la gran final de este deporte, que en EE.UU, es el rey. «Le echan la culpa al promotor que han contratado para elegir los espectáculos. Creo que es absolutamente ridículo».

Jay-Z detrás de la elección de Bad Bunny

La elección de Bad Bunny es cosa de la NFL y de Roc Nation, una compañía de entretenimiento liderada por el rapero Jay-Z. El año pasado, muchos criticaron la elección de Kendrick Lamar, un artista que para algunos no es lo suficientemente 'mainstream', pero que es un ídolo absoluto para los amantes del hip-hop, que en EE.UU. son un ejército.

Bad Bunny, en uno de sus conciertos EFE

La opción por el artista puertorriqueño para el descanso de la Super Bowl es un intento evidente de la NFL por conquistar nuevos territorios. Ese es el gran día de EE.UU., la cita que reúne a familias y amigos en sus casas. Se comparten comida y tragos, se ve fútbol y, sobre todo para quienes no son fanáticos de un equipo implicado, se espera que llegue el 'show' del descanso. La NFL busca desde hace tiempo crecer en el público hispano de todo el mundo y Bad Bunny es un caramelo para ellos.

Pero para el trumpismo, la elección de Bad Bunny suena a insulto. Además de sus críticas políticas, el puertorriqueño decidió no incluir a EE.UU. en su última gira para evitar que las autoridades aprovecharan los conciertos para detener a los inmigrantes indocumentados que pudieran acudir a ver a su ídolo. En su lugar, hizo una residencia de 31 días seguidos de conciertos en Puerto Rico.

Cuando se conoció quién sería el artista de la próxima Super Bowl, varios pesos pesados de la Administración Trump advirtieron que el estadio de Santa Clara (California) que la acogerá el próximo febrero estará «lleno» de agentes de ICE, la Policía de Inmigración y Aduanas. Su responsable última, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, reaccionó con desagrado a la decisión de la NFL de elegir a alguien que tiene una visión crítica de su Gobierno. «Ellos dan asco, pero nosotros ganaremos y Dios nos bendecirá», dijo.

Boicotear la Super Bowl

Algunos comentaristas republicanos han llamado al boicot de la Super Bowl. Está por ver qué hará Trump, que tiene, como con casi todo, una relación transaccional con el electorado hispano. Lo cortejó con fuerza en las elecciones del año pasado y consiguió avances históricos para los republicanos en el voto latino, apoyado en la inflación que se comía los bolsillos de las clases medias.

Ahora las encuestas muestran que Trump está perdiendo apoyo entre los hispanos. El pasado febrero, poco después de aterrizar en la Casa Blanca, el multimillonario neoyorquino se dio un baño de masas en la Super Bowl. Está por ver si regresará este año: si lo hace todo apunta a que tendrá que aguantar un 'show' reivindicativo de Bad Bunny. Y, lo que es peor, en español.

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Sobre el autor Javier Ansorena

Corresponsal de ABC en Nueva York desde 2014. Licenciado en Derecho por la Universidad Pública de Navarra y master en Periodismo de ABC-UCM. Becario Fulbright por la Universidad de Nueva York.

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