Tres becarias de una misión arqueológica española en Egipto presentan una queja por presunto fraude y explotación laboral
Denuncian que no se les devolvió el dinero que aportaron para participar en la última campaña deI del proyecto Visir Amen-Hotep-Huy que no se llevó a cabo por la ausencia de permisos
Hallado un torso del dios Hermes cerca de la Acrópolis

Tres becarias latinoamericanas que pagaron entre 500 y 900 euros por participar en unas excavaciones arqueológicas en Egipto con el proyecto español Visir Amen-Hotep-Huy han presentado una queja formal a las autoridades egipcias por presunta recaudación «fraudulenta» y explotación laboral por parte de los ... responsables de las investigaciones, Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman. «A nadie se le ha reembolsado el dinero» a pesar de que «no ha habido campaña porque no ha habido permisos», asegura a ABC la antropóloga colombiana Daniella Betencourt, firmante de la denuncia.
ABC ha tratado sin éxito de recabar la opinión de ambos investigadores, que excavan desde 2009 en la necrópolis tebana de Asasif con el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto, que ambos dirigen como presidente y secretaria. «El caso está siendo investigado por el Ministerio de Antigüedades», confirma a este periódico Hisham El-Leithy, director del Centro de Conservación y Documentación del Antiguo Egipto (Cedae ) que ayer intervino en el VI Encuentro Internacional de Egiptología Complutense en Madrid. «No hay ni una sola queja de otras misiones españolas», quiso dejar claro El-Leithy tras subrayar la estrecha colaboración entre Egipto y España en arqueología.
Para participar en la campaña XVI de esta misión española, programada del 28 de septiembre al 22 de diciembre, los seleccionados debían costearse su billete de avión y el alojamiento y aportar 2.100 euros, en el caso de ser nuevos miembros del proyecto, y 500 euros, si habían participado en campañas anteriores. Según denuncian, la campaña no se ha llegado a ejecutar por falta de permisos y no se han reembolsado estos pagos. «El uso de este dinero es desconocido», aseguran en su comunicado, «por lo tanto nos parece fraudulenta su recaudación».
En la queja, los denunciantes relatan que se han recaudado además hasta 15.926 euros a través de una página de mecenazgo (GoFundMe) que «han sido retirados», cuando «hasta la fecha no existen permisos del Proyecto Visir Amen-hotep-Huy y por lo tanto, la Campaña XVI no se está ejecutando».
Señalan que se les mintió «constantemente» respecto al estado de los permisos, citando problemas internos del comité egipcio encargado de su concesión y afirmando que «ninguna campaña extranjera tenía permisos en la zona (lo cual sabíamos que era falso)». «Hemos estado metidas en una red de mentiras», se lamenta Betancourt, que creía que era «lo normal» pagar por participar en este tipo de misiones, cuando los integrantes cobran por su trabajo.
Proyectos personales
Aseguran, además, que en el tiempo en que estuvieron en Luxor a la espera de que llegaran dichos permisos para comenzar la campaña, en lugar de realizar actividades de formación académica, como se les había prometido, se les exigió desempeñar «tareas administrativas y de carácter personal de Teresa y Francisco» todos los días, «sin respeto del día de descanso el viernes 1 de noviembre, desde las 10 a.m. hasta la 1 p.m.», utilizando «nuestros equipos portátiles y el uso de datos móviles personales, pese a la solicitud constante de la conexión Wifi de la casa».
«Durante nuestra estancia, a pesar de solicitarlo, no se nos acompaña o guía a ningún lugar de interés arqueológico. No se realizan tampoco sesiones de estudio, enseñanza, cursos de formación o prácticas. Tampoco se abren espacios para ejercer nuestras carreras profesionales», denuncian. Solo realizaron una excursión el 8 de noviembre a Esna, que se costearon íntegramente las jóvenes.
Ante sus quejas por estas situaciones y condiciones de trabajo contrarias a lo que habían pactado, la respuesta de Martín Valentín «fue negativa y agresiva», instándoles en los días sucesivos a abandonar la casa, «sin importarle que somos mujeres jóvenes, extranjeras, muy lejos de casa y sin tiempo o posibilidades de modificar nuestras fechas de regreso por los costos», refieren en su queja.
Todavía les quedaban semanas de una estancia cuyos gastos de hospedaje habían pagado previamente y se quedaron hasta que un mensaje de Valentín al grupo de Whatsapp compartido del proyecto les dejó claro que la campaña se había cancelado definitivamente.
Siempre según su relato, «debido a su falta de honestidad y claridad» respecto a los permisos y el dinero pagado por una campaña que no se efectuó, las tres becarias se quejaron a los directores del proyecto y se negaron a seguir realizando las actividades «injustas, fraudulentas y de índole personal» que les pedían.
Presiones
Ante esto, aseguran que Francisco y Teresa les exigieron que abandonaran la casa y que firmaran un documento, amenazándolas con denunciarlas a la policía si se negaban. Una de ellas se negó a firmar y solicitó la redacción de un documento propio bajo asesoría legal «el cual es rechazado tajantemente por Francisco, ya que menciona que no cuenta con ningún derecho de hacerlo», afirman.
Las tres se mudaron a un nuevo alojamiento, en cuyas inmediaciones fueron «abordadas de manera sorpresiva por el trabajador personal de Francisco y Teresa en la calle, lo cual nos hace sentir vigiladas e inseguras». Por todo ello, decidieron acudir al Ministerio de Antigüedades egipcio al considerar que «existen múltiples irregularidades» en el funcionamiento del Proyecto Visir Amen-Hotep Huy, en el que colaboran las universidades de Málaga y Sevilla y patrocina, entre otros, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson.
«Actualmente realizan publicaciones en Facebook e Instagram simulando actividades de documentación para la campaña, a la par de subir fotografías de la campaña del año 2023 como si fuera la Campaña XVI 2024», añaden.
Las denunciantes remitieron su queja a los organismos oficiales, a las embajadas y a las universidades involucradas con este proyecto. Betancourt y la mexicana Nallely Vianey Duran, otra de las jóvenes afectadas, señalan a ABC que el director general de misiones extranjeras y del comité permanente del Ministerio de Antigüedades, el Dr. Hany Eltayeb, les contestó indicándoles que están haciendo las investigaciones permanentes. «La embajada del España en Egipto también me contestó y prácticamente me dijeron no les concierne», señala Duran mostrando un correo en el que se lee: «Esta embajada no tiene información al respecto».
Más testimonios
A raíz de la denuncia de estas jóvenes de nacionalidad colombiana, argentina y mexicana, se están conociendo otros testimonios, que respaldan su queja. «Comparto todo lo escrito por las tres afectadas. Es más, conmigo hicieron algo hasta cierto punto parecido», relata a ABC Luis del Palacio, que participó en dos campañas, en 2010 y 2011, tras un primer contacto con Martín Valentín y Bedman en la primera campaña de 2009. «Mi experiencia, en primer momento fue positiva» porque «son unos engatusadores profesionales, no debe olvidarse», pero recuerda que «después, todo cambió y se les vio la patita».
Según Del Palacio, filólogo y periodista, que realizó un grado en egiptología en los años 80 en la Universidad de Stirling (Escocia) le dejaron al cargo de las excavaciones durante una mañana, cuando no estaba capacitado. Y acabó siendo «expulsado» de la Casa del Sicomoro donde se alojaban los integrantes del proyecto «por ser bastante mal mandado», tras un «boicot» de los responsables de la misión que, según explica, surgió a raíz de que les afeara por publicitar sus viajes a Egipto en unas jornadas organizadas por él en la biblioteca Pedro Salinas de Madrid.
En el hotel donde se hospedó tras su expulsión en 2011 escribió un artículo crítico en el diario digital Siglo XXI titulado 'La lenta agonía del proyecto Amenhotep Huy en Luxor' en el que denunciaba que no se cumplían las mínimas exigencias de seguridad en el yacimiento por falta de presupuesto. Francisco Martín Valentín respondió con una carta abierta, negando estos extremos y asegurando que el origen de la denuncia se basaba en que los responsables del proyecto no aceptaron una serie de exigencias relacionadas con el estatus personal de este integrante dentro del equipo.
«Esta gente es muy mafiosa, amenaza y como han escrito estas chicas te manda esbirros para meterte miedo. Son una secta», sostiene Del Palacio.
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