Así transcurrió el III Encuentro de Creadores Iberoamericanos Con Acento
Del 8 al 10 de abril, el encuentro abordó diálogos y conferencias con participantes de diversos países como Perú, México o Nicaragua
Los cuatro golpes que noquearon al 'boom' latinoamericano
Madrid
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Iniciar sesiónBajo el lema 'Literatura y poder en el siglo XXI', alrededor de 30 representantes del mundo de las letras iberoamericanas se dieron cita durante tres días, donde intervinieron grandes nombres como Martín Caparrós, Carlos Granés, Santiago Roncagliolo y moderadores de ... la talla de Fernando Iwasaki. El evento, organizado por el centro de Estudios UNAM-España y Fundación Casa México, fue un auténtico éxito en cuanto acogida, diálogos y conferencias cerrando una III edición que, sin duda alguna, dará pie a futuros encuentros. «Estamos muy contentos con la acogida. Tuvimos siempre público, incluso en las sesiones de la mañana que a veces son más complejas. Las retransmisiones online para México tuvieron buena cantidad de audiencia», expresa el director de UNAM-España Jorge Volpi.
Este año, el enfoque ha sido de talante político con el fin de discutir cuál es el papel de los intelectuales o los escritores en nuestra época, su relación con la sociedad y la literatura haciendo hincapié, sobre todo, en que fueran autores de ficción no politólogos o economistas, los que opinaran sobre ello. Se puso el foco en casos específicos y de actualidad con países como Argentina, El Salvador, México o Nicaragua.
Del realismo mágico al realismo trágico
Karina Sainz BorgoEn el último medio siglo, la literatura latinoamericana ha estilizado y perfeccionado sus herramientas para hablar de los mismos conflictos
El lunes 8 de abril, el pistoletazo de salida lo pusieron Caparrós y Granés con una mesa moderada por Julia Santibáñez. Además, se abordaron el compromiso de los intelectuales de hoy, los peligros de la democracia y el día se cerró tratando la división de las sociedades con Renato Cisneros y Jazmina Barrera a la cabeza. Jorge Volpi insiste que ya la primera charla reflejó que «el papel social de la literatura ha disminuido enormemente comparado con otras épocas y que, en cierta medida, esa figura del escritor como crítico de la sociedad también ha disminuido».
El segundo día, las mesas estuvieron marcadas por el triunfo de Trump o Biden, el futuro de la socialdemocracia, el papel de la mujer en México o el impacto de los populismos en Latinoamérica. Esta última mesa moderada por Fernando Iwasaki, que considera que este III encuentro «ha ido mejorando sucesivamente a las ediciones anteriores porque se ha consolidado como un espacio de diálogo». Insiste que los escritores echaban de menos «un lugar donde no solo discutir sobre los problemas de América Latina, sino que además hacerlo en diálogo con lo que ocurre a nivel global. Es decir, en contrapunto con lo que sucede en Europa, Estados Unidos u otros escenarios el mundo».
Por último, las mesas que cerraron el tercer día del encuentro, estuvieron marcadas por la violencia en América Latina, el impacto de los movimientos feministas en la cultura, con la intervención de Jesús García Calero (director de ABC Cultural), las noticias falsas y una mirada hacia el futuro. «Desde la primera charla de Martín Caparrós y Carlos Granés hasta la última de Rosa Beltrán y Marta Rivera de la Cruz, concluimos que hay que estar consciente que el papel del intelectual ahora es otro, mucho más limitado y menos eficaz en cuanto a la vanguardia de la sociedad y de querer cambiarla», indica Volpi. Puntualiza también la importancia de seguir opinando sobre «asuntos políticos desde una mirada literaria».
Por su parte, Fernando Iwasaki, que también moderó una de las mesas del último día concluye que describiría el encuentro amparándose en las palabras de Carlos Dada: «Me siento un privilegiado por haber disfrutado de la seguridad, tener la oportunidad de leer, aprender y, por lo tanto, de elegir. Es decir, todo lo que tiene que ver con el compromiso, privilegio y responsabilidad me ha despojado de grandilocuencia. La gran conclusión de este encuentro es atender a los pequeños compromisos que pueden ayudarnos a tener mejores sociedades y ciudadanos».
Desde la dirección confían en poder seguir creando futuras ediciones y confirman que ya están pensando en la siguiente. Sobre todo, en las directrices temáticas que ya no tendrían que ver tanto con la política.
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