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ABC Cultural

Las Ventas: el toro Presidiario entre la condena a Gerpe

Un entregado torero dio una vuelta al ruedo muy protestada: el público se puso de parte de los Saltillos

Damián y Dolores, dos nombres y un destino

Luis Gerpe, a merced de Presidiario, con el pitón en la cabeza efe
Rosario Pérez

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Si i de toros no saben ni las vacas, de los misterios de la bravura no saben ni los ganaderos. Eso decía un afamado criador ya desaparecido. Y sus palabras recordamos cuando esperábamos a que las mulillas arrastraran al último, en medio de una ... ovación, como a la mayoría de los Saltillos. «¡Felicidades por la corrida!», gritó una voz. Y la mitad de la plaza asintió con aplausos, mientras otra parte se quedaba pensativa: «¿Habremos visto los mismos toros?». Si esa era la verdadera bravura, que baje Dios y lo diga. «Igualito que lo Domecq», se oía. Y patatín y patatán... Seamos honestos: por supuesto que no todos los Domecq son bravos –los hay mansos a rabiar–, ni tampoco lo parecían los grises de ayer, que venían ya con las palmas ganadas por el pelo y el hierro.

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