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ABC Cultural

Cuando un torero se deja afeitar la barba con el ojedismo como religión

el var del tendido

Valiente de verdad, Juan Leal se la juega; Perera hace una meritoria faena y Álvaro Lorenzo no se entiende con el lote de más opciones

Juan Leal, por estatuarios en el segundo Efe
Rosario Pérez

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Qué bien anda a los toros Curro Javier. Fabulosa su lidia al primero, en el que se desmonteró Ambel. Brindó Perera al público que había ovacionado a sus hombres de plata y sobre las rayas cató a Levítico. Los mismos que no dicen ni 'mu' ... con 'sus' consentidos recriminaron Perera rápido con un «¡ponte derecho!» En medio los pitones de irregular embestida se metió entre el «piiico» de unos y los plácemes de otros. Valentísimo en los llamados terrenos ojedistas, en una faena de mucho mérito que no todos supieron valorar, le pidieron una oreja denegada. En saludos quedó todo: si da la vuelta al ruedo a más de uno le sale un sarpullido.

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