«Ha tenido suerte, porque esa zona es muy peligrosa», dice el cirujano que atendió a Alejandro Conquero de su cornada en Cenicientos
El onubense sufrió ayer en Cenicientos una feísima cogida
Escalofriante cornada de Alejandro Conquero, herido de gravedad
Alejandro Conquero, que toreaba ayer en Cenicientos, sufrió una horrible cogida mientras recibía al tercero de la tarde con el capote. Se tuvo que parar la corrida hasta que fue estabilizado en la enfermería, y después un helicóptero se lo llevó al hospital. ... Las imágenes eran sobrecogedoras. Fran, su mozo de espadas, con la voz prácticamente quebrada, relata a ABC esos momentos: «Había mucha sangre. No sabía con exactitud lo que llevaba, entonces vivimos momentos complicados y angustiosos». Si bien la cornada es 'un tabaco gordo' como dicen los toreros, dentro de la gravedad, ha tenido suerte: «Dentro de la mala suerte, ha habido suerte», le dijo Conquero al doctor Olmedo, cirujano que le atendió en la plaza, cuando le visitaba esta mañana.
«He estado con él esta mañana, y está dolorido, pero en buen estado, estable y bien», cuenta a ABC el doctor Joaquín Olmeda. «Tenía una cornada en el rectal posterior, y ahí tenía dañado el mesorrecto, que estaba disecado. Se le operó en la plaza y ahora está en Puerta de Hierro. Tiene un hematoma, una pequeña fractura del coxis con una esquirla que se ha movido, pero el chaval está bien», explica el cirujano de la última hora del onubense. «Él está animado, que es lo importante, está bien y, dentro de lo que cabe, gracias a Dios, no ha pasado a mayores», confirma Fran.
«Alejandro pensaba, y yo también, que llevaba una cornada en la ingle, porque le cogió por ahí al dar una media», detalla sobre los primeros instantes en la UVI móvil. Esta mañana, cuando hablaba con el torero, le dijo: «Yo creo que el capote me ayudó, porque me rompió el vestido, pero evitó la cornada ahí». El problema fue que cayó, el de Prieto de la Cal hizo por él y le cogió, y ahí fue cuando le levantó y le metió el pitón en la zona perianal.
La cara más dura del toreo: un agosto sangriento
Este verano está siendo especialmente dramático, con percances que están dejando en el dique seco a primeras figuras
«Aún es pronto para los plazos de recuperación. Tiene ahí un hematoma, que es normal porque esa zona es un tejido graso que hay rodeando el recto. Eso tarda en reabsorberse, es una zona dolorosa. Vamos a esperar que el recto siga intacto, y que no haya ninguna perforación ahí», concluye explicando el cirujano. No obstante, ya está deseando torear, como nos cuenta su mozo de espadas: «Está el pobre dolorido, pero ya con ganas de volver a la cara del toro. Ayer por la noche ya se quería ir a Huelva. Decía que se iba al hospital a que le hicieran pruebas, y luego ya a casa. Está deseando volver».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete