Sobresaliente debut en España de Marco Pérez
El joven salmantino corta tres orejas y abre la puerta grande, mientras Talavante corta una del quinto
Arenas de San Pedro, la última cita importante de la temporada
Alicia P. Velarde
Arenas de San Pedro (Ávila)
En la última cita importante de la temporada debutaba Marco Pérez con picadores en la piel de toro, y lo hizo sentando cátedra. En una plaza, que presentaba una buena entrada, supo responder el niño prodigio con un lote nada propicio a las altas ... expectativas que se tienen depositadas en él. Y además, acompañado por dos figuras como son Perera y Talavante, que cortó una oreja. Espectadores de lujo se dejaron ver en los tendidos, como Emilio de Justo, que atendía, a cada detalle que hacía joven charro.
El primer toro evidenció de salidas virtudes, como la clase, metiendo la cara por derecho por ambos pitones en el capote de Perera -que lo lanceó a la verónica y quitó por chicuelinas-, aunque con la fuerza medida. Después de una buena brega de Curro Javier -y excelentes pares de Ambel y Sánchez Araujo-, el toro se vino arriba, y aumentó en la muleta del extremeño las virtudes que ya había anunciado. Iba largo, humillado, pronto a los cites y con la fijeza de un toro bravo. Lo mejor de la faena estuvo en las primeras series en redondo, muy templadas. Cuando empezó a acortar distancias, buscar el péndulo y las cercanías en terrenos en los que tan seguro se siente el de Puebla del Prior, el toro protestó. Se veía al matador tan a gusto con el toro que abusó un poco de él en tandas muy largas, sin darle tal vez un tiempo que hubiera agradecido el animal. Termina con bernadinas, previas a un pinchazo arriba, media en buen sitio y un certero golpe de descabello. Ovación con saludos y fuerte ovación al toro en el arrastre.
El cuarto toro fue bastante deslucido desde salida, porque, excepto la nobleza, no manifestó ninguna virtud que posibilitara un triunfo importante. Tras otro excelente segundo tercio a cargo de unos toreros de plata en plena sazón, discurrió un trasteo sin demasiada pena ni gloria, más por culpa del astado que del matador. El defecto que más incomodó fue el de hacer hilo constantemente, impidiendo una colocación y cite adecuados. Nunca quiso embestir de verdad, ni se entregó en la muleta. Con el ánimo un poco venido abajo, Perera no alargó acertadamente la faena, y se fue por la espada, dejando una casi media muy agarrada, de la que se hubiera echado sin necesidad de utilizar el verduguillo.
Triunfal debut con picadores de Marco Pérez en Istres
Alicia P. VelardeEl joven charro corta tres orejas y sale por la puerta grande en su primera novillada con caballos
Tras un simulacro de tercio de varas, quitó Talavante por verónicas templadas, destacando una muy profunda por el pitón izquierdo, ante un toro que tuvo la virtud de moverse, y el defecto de moverse demasiado, porque no paraba, haciendo hilo con el matador. Ese punto de pegajosidad lo manifestó en capote y muleta. Buenos pares de banderillas a cargo de Fini en el segundo tercio. A pesar de las dos tremendas volteretas del toro en los primeros tercios, siguió llegando a la muleta con velocidad y hasta brusquedad en la embestida. Un incómodo calamocheo no impidió que Talavante, después de sacárselo a los medios con muletazos por bajo para quitarle el defecto al toro de hacer hilo, se luciera en templadas tandas por los dos pitones, abrochadas de excelentes pases de pecho. La faena se fue difuminando, de más a menos, porque el toro seguía punteando y desluciendo el trasteo.
El quinto se descoordinó lamentablemente tras el primer puyazo, y hubo de ser apuntillado en el ruedo. Una lástima, porque el animal estaba demostrando muy buen aire en el suave capote que le ofreció Talavante por verónicas, dos mirando al tendido. Con Pórtico, quinto bis, salió perdiendo. Muy poco picado, llegó a banderillas con la lengua fuera, siendo excelentemente bregado por Fini y banderilleado muy eficazmente por Miguel Murillo. El toro siempre tuvo las fuerzas muy limitadas, se defendía y era inevitable que punteara en la muleta de Talavante. Realmente deslucido, ante un Alejandro siempre dispuesto, voluntarioso y variado. Con la espada, aseguró dejando una estocada rinconera fulminante.
Marco Pérez dejó sus credenciales con un toreo a la verónica de muchos quilates; pero si buenos fueron estos lances, mejor aún el quite por unas personalísimas chicuelinas de manos bajas, y decimos personalísimas porque este torero ya tiene personalidad e impronta en todo lo que hace. El novillo nunca verdadera bravura, aunque sí movilidad. En la faena de muleta siempre salió desentendido al final de cada tanda. Aún así, Marco no logró que el tendido desconectara de su gran obra, porque lo fue. Su cabeza despejadísima lograba imantar al animal en series reunidísimas, llenas de inspiración porque no hubo nada vulgar en su trasteo. Vaya manera de debutar a lo grande. Las trincherillas, girando sobre sí mismo, concatenados, tuvieron aroma de toreo caro. Exprimió al huidizo animal al máximo antes de recetarle una efectiva estocada con la que dobló el novillo. Dos justísimas orejas, entre la aclamación popular.
Arenas de San Pedro
- Plaza de toros de Arenas de San Pedro (Ávila). Sábado, 21 de octubre de 2023. Entrada: 3/4 largos. Toros y novillos (3º y 6º) de El Pilar.
- Miguel Ángel Perera, de sangre de toro y oro. Pinchazo, media arriba y un descabello (ovación con saludos). Casi media y dos descabellos (silencio).
- Alejandro Talavante, rioja y oro. Estocada atravesada que hace guardia y estocada baja (ovación con saludos). Estocada rinconera (oreja).
- Marco Pérez, de rosa y oro. Estocada entera perpendicular (dos orejas). Estocada arriba y un descabello (oreja).
Cerraba la tarde Mira-Bajo, un novillo al que pocos sacarían el partido que sacó su matador. Lo brindó el novillero a Perera, quien le había brindado la faena del primero de la tarde. Su mayor defecto era el de seguir los engaños sin solución de continuidad, muy correoso, y calamocheando constantemente. A pesar de ello, y de algún enganchón con el que salpicó la faena, ésta tuvo sello de matador experimentado, con la cabeza fría, toreando para el novillo, y demostrando que todo esto se asienta en un gran valor. Los pases de pecho con los que abrochaba las series fueron siempre largos, profundos y ceñidos. Si bien no pudo haber una estructura en la faena dadas las condiciones de su enemigo, Marco logró meterle en la muleta, poderle y crear una obra muy interesante. Tras unas ceñidas manoletinas, dejó una excelente estocada arriba, y con un golpe de descabello, cortó su tercera oreja.
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