Galván engrasa el cerrojo
No se puede estar más seguro, torero y con tanto gusto y estar tan mal con espada y descabello

Si David Galván llega a matar a su lote como lo toreó, habría pegado un cerrojazo a la Puerta del Príncipe. Galván engrasó el cerrojo, lo cogió por el cabo, pero cuando fue a jalar de él aquello se atrancó.
No se puede estar más ... seguro, torero y con tanto gusto y estar tan mal con espada y descabello. Hubo dos toros del hierro de los hermanos Lozano, segundo y cuarto, que se acordaron de su sangre Núñez y de Los Derramaderos, la finca emblemática de la familia Núñez. Fríos y distraídos, pero cuando se calentaron sacaron a la luz un estilo embistiendo y una trasmisión que marcan la diferencia entre lo de Núñez y el resto.
Pelucón y Profesor dejaron muy alto el pabellón del hierro de Alcurrucén. Tuvo mucho más suerte el primero de ellos con su matador, que los toros también tienen que tener suerte en el sorteo. Y ambos toros tuvieron el famoso postre del encaste Núñez, esas últimas embestidas que les sirven en plato a los toreros para que rematen su obra, esa obra que hizo David Galván pero dejó escapar con su desengrasado fundón.
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