Así fue 2021
Sevilla estuvo en 2021 a la vanguardia del toreo: San Miguel, Morante, Juan Ortega, Juan Pedro Domecq...
La temporada taurina sevillana comenzó a trompicones y terminó por todo lo alto; desde el Domingo de Ramos en Morón de la Frontera hasta el San Miguel «histórico» hubo mucha tela que cortar
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Iniciar sesiónSevilla ha estado a la vanguardia del toreo durante la temporada más dura de su historia reciente. Una realidad que no trata ni de barrer para casa ni de ejecutar la suerte del chovinismo. Tal y como ocurrió: Morante reinó con primacía desde ... el albor hasta el epílogo de la campaña, Juan Ortega y Pablo Aguado se refrendaron como los príncipes herederos que más ilusiones despiertan entre los aficionados, Daniel Luque ahondó en su conquista de la Galia, Juan Pedro Domecq fue la ganadería estrella que más lidió, la Feria de San Miguel sirvió como punto de inflexión en el sector —principal y único gran serial continuado que se ha celebrado en la temporada— y en la ciudad, y el novillero sin picadores Diego Bastos brotó como nueva esperanza de la torería pueril.
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Lejos queda ya el fatídico primer tercio del año, cuando existían más restricciones y suspensiones que libertades y celebraciones. Ahí hubo empresarios como José María Garzón que arriesgaron organizando para el Domingo de Ramos en Morón de la Frontera un mano a mano entre Daniel Luque y Ginés Marín que en aquellos días sonaba a corrida para la historia. Posiblemente fuera un caramelo más, pero supo envolverlo como ninguno. Sólo había que ver la respuesta del público, que en cuestión de horas agotó las 2.000 entradas que permitían sacar a la venta. Por su parte, la empresa Pagés anunció que realizaría test de antígenos a sus aficionados en la inminente Feria de Abril. ¡Cuánto ha pasado ya desde aquello!
El Año Morante
Esa condenada Feria de Abril fue defendida, casi en solitario, por Morante de la Puebla . Lamentablemente resultó ser el único que alzó la voz contra las medidas impuestas en aquel momento por la Junta de Andalucía. Se quedó solo . Ni compañeros, ni ganaderos, ni aficionados, ni empresarios se adhirieron a su legítima reivindicación. En aquellos primeros coletazos del año el ademán del maestro aún se entendía como un 'calentón' del momento, más que como un posicionamiento fundado. Pero el paso de los días y sus actuaciones —dentro y fuera del ruedo— terminaron por convencer al respetable: estábamos ante la auténtica gran figura del toreo que requería la fiesta. Un diestro comprometido y generoso con las estrecheces de la situación .
Estábamos ante el ' Año Morante '. Así lo calificamos en este periódico al comienzo del periodo estival. Tras el San Isidro carabanchelero dejó a Toño Matilla para tomar las riendas de su carrera, e indeliberadamente del sector. Como su admirado Gallito . Rehusó de aquella absurda estrategia impuesta al comienzo del nuevo siglo por algunos gurús de la representación taurina que entendían que las figuras debían limitar sus comparecencias en las provincias , primar los llenos en las taquillas y acotar el número de ganaderías a lidiar. Sin fotos ni medallas, fue el gran 'reconstructor' del toreo .
Centrados en su labor artística, el de la Puebla pisó unos terrenos excesivamente comprometidos. Casi inéditos en un torero al que muchos aún consideran erróneamente como 'artista' . No porque no le corresponda la catalogación, sino porque limita la grandeza de un genio capaz y valiente como el que más . La faena al juampedro en San Miguel fue el mejor resumen de su temporada, perpetuando en diez minutos una obra exclusiva que conjugó la torería con el arrojo y la profundidad .
El triunvirato sevillano
El año también sirvió para consolidar como nuevas ilusiones de la afición a Juan Ortega y Pablo Aguado . Junto a Morante forman la gran trilogía sevillana del siglo XXI . En una época en la que globalmente se han perdido los valores más profundos de cada individuo dentro de la sociedad y del toreo, el triunvirato ha sabido captar y encandilar a través del clasicismo y la elegancia . El respeto por la ortodoxia y el sentimiento torero. Ortega reafirmó en Vistalegre lo que había apuntado meses antes en Linares , y lo fue esbozando durante toda la temporada: tiene el mejor trazo torero del momento. Y Aguado, más cuajado y reposado, evidenció en tardes como la de Granada, El Puerto o Ronda que se aproxima al poso y la solera de los toreros inveterados.
San Miguel fue histórico . Así lo promocionaron y así sucedió. Fue atrevido Ramón Valencia reubicando las catorce fechas primaverales en dos semanas consecutivas de septiembre. Apostó arriesgadamente por una fecha en la que jamás se habían dado tantas corridas. Era una incógnita saber cómo respondería el público en días laborables durante la crisis económica y epidemiológica . El serial resultó un éxito. Más por los toreros que por el ganado, que falló estrepitosamente en cuanto a su presentación. Desde la primera ( Victoriano del Río ) hasta la última ( Miura ). Tendrán que esmerarse más los veedores, el empresario y los ganaderos para 2022 . Que no le teman tanto a las idas y venidas de los camiones a las fincas, que más vale soltar la guita en gasolina que perder la categoría de la plaza . Y se cerró el año con una solidaria novillada sin picadores. Un gesto con el escalafón más damnificado del que aún no se han hecho públicas las cuentas .
Los Chacón, con capote y banderillas
También merecen la mención los dos banderilleros de referencia del momento: los Chacón . José y Antonio. No son familia, pero les corre la misma torería por la sangre. El de Coria del Río y el de Camas engrandecieron la figura de los subalternos. Sin estilos populistas ni ventajas, bregaron y banderillearon como siempre se ha acostumbrado en esta bendita tierra . Algo tendrá ese costado de la orilla del río… Y cerramos el resumen con el novillero Diego Bastos , que ha sacudido los cimientos del escalafón inferior. Con sólo dieciséis años ha dado muestras en el curso de su debut sin picadores que está llamado para ser torero. Si el toro lo respeta y se deja aconsejar, funcionará .
¡ Suerte y a lidiar con torería el 2022 ! Que por cierto iba a empezar durante la tercera semana del año en La Puebla del Río . Morante ya tenía reseñadas las dos novilladas que retomarían los anuales encierros por la festividad de San Sebastián . Incluso intentó llevar ganado de Zahariche ; pero finalmente no serán ni miureños ni de otra ganadería : la alta incidencia de la sexta ola del coronavirus ha obligado a suspender estas fiestas por segundo año consecutiv o .
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