El museo taurino que guarda el ajuar de las cofradías de Sevilla

En el ajuar de las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Sevilla está el mayor museo taurino de la ciudad, fruto del agradecimiento de tantos toreros a sus titulares por esas tardes en las que un quite divino les salvó de la tragedia. Donaciones que algunas hermandades quisieron conservar íntegras para colocarlas en sus espacios expositivos y que otras transformaron, mayoritariamente en sayas, convirtiéndose en parte del arte sacro de nuestra Semana Santa.Tejidos que se bordan con la ilusión de brindar una histórica tarde de toros y que terminan venerados en un palio o altar. Sayas cargadas de trascendencia para la tauromaquia, como la que recientemente han restaurado en Los Gitanos, realizada con el vestido que lució Curro Puya «Gitanillo de Triana» el día de su cornada mortal, cuya agonía se prolongó durante tres meses en el sanatorio de Madrid. Y la lista de reminiscencias taurinas es interminable e inabarcable en estas páginas: los doce rosarios de Montesión, réplicas de uno que donó el mexicano Carlos Arruza; el Baratillo y su imagen del San José con el Niño que regaló Pepe Hillo, o el llamador con los ángeles portando un capote y una montera, o la saya realizada recientemente con el vestido donado por Morante de la Puebla; los machos de Dávila Miura que adornan los faldones del palio de San Bernardo, en cuyo templo, bajo el altar del Cristo de la Salud, descansan los restos de Curro Cúchares; la saya de la Esperanza de Triana realizada con un vestido de Belmonte; o la histórica exposición del Gran Poder en la Fundación Cajasol, que trajo a Sevilla la réplica del Señor que preside la capilla de Las Ventas, el capote de paseo del fundador de la saga Bienvenida, otro de Morante de la Puebla y un traje que donó «El Cid» de color «Jesús del Gran Poder y oro». Resulta complicado encontrar una hermandad sin vinculación taurina.Gallito y la MacarenaLa vida de Joselito el Gallo siempre quedará marcada por su devoción macarena y el mecenazgo a la renovación estética que impulsó Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Ejemplos son las 3.000 pesetas que se recaudaron en un festival en el que actuó como novillero en la Maestranza para sufragar el coste de la corona de la joyería Reyes (costó 12.500 pesetas); las mariquillas; los varales de oro que no pudo materializar por la temprana aparición de Bailaor; o, indirectamente, la pluma de oro con la que obsequiaron a Muñoz y Pabón por la defensa de aquellas majestuosa honras fúnebres. Aquella pluma preside la mayor vitrina taurina que se conoce en la ciudad. Sobre ella, una saya blanca y oro realizada con un vestido de José. «Nosotros no podemos concebir lo que tenemos aquí si no hubiera existido este señor». El hermano mayor de La Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, es un acérrimo gallista. A toda circunstancia le encuentra alguna vinculación con el Rey de los Toreros. Fue él el promotor de esa extensa agenda cultural que recordaría el centenario de su muerte en Talavera –se retomará en 2021– e intermedió para la reedición de la biografía escrita por Paco Aguado, obra antológica de la literatura taurina. «Durante cuatro años estuve al frente de la asistencia social de la Hermandad. Ahí fui descubriendo que esa labor la empezó José hace más de un siglo». Y junto a las cosas de Joselito, capotes de paseo, varios vestidos y sayas que decidieron conservar tal y como las recibieron. «Esto tiene una lectura muy sencilla –explica Fernández Cabrero–, las cosas de la virgen son regalos directos que la gente ha hecho. Si nosotros decidiéramos transformar alguno de estos trajes en sayas tendríamos que invertir mucho dinero. A la Hermandad ya le llegan las sayas hechas, por lo que nosotros decidimos colocar aquí todo lo que nos han donado los toreros». La hermandad de La Macarena lleva recaudados 31.000 euros para sufragar el coste del monumento a Gallito y, según su hermano mayor, «no le acabará costando dinero» a la corporación El hermano mayor presume del último obsequio recibido: un capote de paseo que Sebastián Castella entregó pocos días antes de anunciar su retirada. Está valorado en 17.000 euros y tiene su particular historia: «Con este regalo hemos vuelto a unir a Gallito con Belmonte: es un réplica exacta de un capote que perteneció al Pasmo de Triana y que acabó en manos de José Antonio Campuzano, que se lo prestó a Sebastián en sus comienzos como novillero. Cuando Castella ya se convirtió en figura del toreo decidió hacerse uno exactamente igual», realizado en la sastrería de Justo Algaba en seda negra y oro bordado a mano a base de canutillo y perla. El capote donado por Sebastián Castella - Rocío RuzEl bordado de ese capote de lujo es muy similar a una saya de la virgen que está realizada con un vestido de Ignacio Sánchez Mejías. Junto a los citados artículos, vestidos de Manolete, de César Girón, de Dávila Miura y de José María Manzanares, entre otros; así como el capote de paseo de Manuel Carmona y la túnica de Gallito que el pasado año donó la familia de Ignacio Sánchez Mejías.San BernardoA tres kilómetros de aquellas murallas –atravesando el puente y dejando atrás la Fábrica de Artillería– está el viejo arrabal que más toreros engendró de la ciudad. Entre el nomenclátor que homenajea la llegada de las tropas cristianas de Fernando III está la calle Santo Rey. Allí, en la casa hermandad de San Bernardo, hay otro «museo taurino» que no es moco de pavo.Estas vitrinas recuerdan el entronque entre el toreo y la hermandad, una relación que para comprenderla hay que remontarse al otrora matadero, sede de la primera Real Escuela Taurina de la historia. La ilustre nómina de hermanos toreros es un recorrido por todas las épocas de la tauromaquia sevillana: Curro Cúchares, Pepe Hillo, Pedro Romero, los hermanos Bienvenida, Pepe Luis y Manolo Vázquez o Diego Puerta, entre otros.Éste es uno de los tres vestidos de Diego Puerta que se conservan íntegros en la casa hermandad de San Bernardo - J. M. SerranoLa virgen del Refugio luce durante estos días una saya color blanco y oro confeccionada con el bordado de un vestido de Manolo Vázquez, que también fue hermano mayor de la corporación. Y no es la única saya torera que tiene en su ajuar. La de Pepete es espectacular: «La hermana del torero, como sabía que nosotros lo habíamos perdido casi todo en aquel terrible año 36, nos entregó un vestido que Pepete lució en dos tardes», explica el que fuera hermano mayor, y gran conocedor de la historia de la hermandad, José María Lobo Almazán, quien nos adentra en la vinculación torera de San Bernardo junto con el actual hermano mayor, Francisco Javier Gómez.Alfiler que porta la virgen del Refugio - J. M. SerranoY todavía quedan dos sayas más vinculadas al toreo: una de Pepe Luis Vázquez y otra de Diego Puerta. Además de los dos vestidos que tuvieron que utilizar de «Diego Valor» para esta pieza, hay otros tres trajes que se conservan íntegros en sus dominios. Y concluyen el conjunto un vestido de Jesulín de Ubrique, que llegó gracias a su mozo de espadas, Manolo Mayán, y un broche alfiler que porta la virgen, que reproduce un capote con el escudo de la hermandad en el centro, rematado con una montera.El monumento a Gallito, en enero Fernández Cabrero y el escultor Martín Nieto, durante la firma del contrato para la realización del monumento - @Hdad_MacarenaLos trámites para la colocación del monumento al Rey de los Toreros ya están prácticamente finiquitados. Según anuncia el hermano mayor de la Macarena, «posiblemente a mediados de enero podamos colocarlo, dando su último paseíllo hacia la Basílica, junto a su querido Rodríguez Ojeda». Fernández Cabrero se mostró optimista con el ritmo de la suscripción popular para costear la estatua: «Llevamos unos 31.000 euros recaudados, de los 50.000 totales». Y señala grandes benefactores, como los toreros Sebastián Castella, Juan Ortega y Pablo Aguado; el ganadero Gabriel Rojas; y numerosos empresarios y personalidades de la ciudad.

El museo taurino que guarda el ajuar de las cofradías de Sevilla

Capotes de paseo, vestidos de torear y sayas para las vírgenes son parte de la reminiscencia taurina en la Semana Santa de Sevilla

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