Suscríbete a
ABC Premium

Al hilo de...

La luna de Talavante (y de José Tomás) está llorando

Ambos retornos, que se antojaban como la gran baza de esta temporada, han resultado decepcionantes para sus partidarios

José Tomás regresó a los ruedo el pasado domingo en Jaén; Talavante toreó cuatro tardes en la Monumental de Las Ventas AFP/De San Bernardo

Jesús Bayort

El traje de luces lastra, el calor mengua, las moscas incordian y los improperios dañan. ¿Acaso es más comprometida la mirada de un toro que la exposición ante el ojo ajeno? La plaza agarrota al hombre; lo consume, como el cigarrillo que velozmente ... cambia a colilla. Ésa es la genialidad de este arte: sobreponerse al toro, al temporal y al estado de ánimo del espectador. En diez minutos, sin opción de tachón y 'faena' nueva . Esa limitación oprime al artista, que en su destierro acaba logrando la excelencia. Las obras colosales siempre quedaron ocultas entre los matorrales de las fincas ganaderas, cobijo de la inspiración y libertad torera. Ahora, y en tiempos pretéritos. A Talavante le vi bordar el toreo al natural hace dos meses en Lo Álvaro , en la misma placita de tientas en la que Juan Pedro Domecq había visto una tarde antes al de Galapagar torear «como nunca». «Está en la fase final de su carrera, que es la artística, cuando más disfruta el torero y cuando mejor torea».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia