Diego Urdiales y Jiménez Fortes analizaron el toreo de «Chicuelo»

Urdiales y Fortes contaban con el handicap de anunciarse en « territorio aguadista » a la misma hora que el sevillano recogía un trofeo en la fundación Cajasol . Aún así, Sevilla respondió, y el Salón de Carteles de la Maestranza colgó el « no hay billetes » en el cierre de la Cátedra Sánchez Mejías.

Durante la hora que duró la intervención de ambos se proyectaron diversas fotografías de Manuel Jiménez «Chicuelo» , haciendo un recorrido por todas las suertes que el torero interpretó en los diferentes tercios de la lidia.

Urdiales iba sentenciando a la vez que aparecían imágenes verdaderamente impactantes de homenajeado. Como por ejemplo, tras contemplar un par de fotografías lanceando a la verónica con los talones completamente asentados: « El valor más auténtico es el que no se ve . Y eso ocurre en esta instantánea de Chicuelo».

El torero de La Rioja hiló lo que allí se proyectaba con su concepto de la tauromaquia. En cada intervención se desgranaba el sentir de Urdiales. Así explicó lo que para él es la naturalidad y el temple: « Un torero puede torear a veinte kilómetros por hora, y estar haciéndolo rápido ; pero puede que lo haga a cincuenta y que aquello sea templado. Todo depende de cómo seas capaz de imponerte al toro».

En cambio, Fortes quiso matizar esa reflexión de Urdiales: «No creo que haya que dividir a los toreros entre los que se adaptan o se imponen al toro; sino que si el objetivo es alcanzar la belleza, creo que ahí es cuestión de lo que te permita hacer el toro».

El riojano continuó ahondando en la tauromaquia antigua y en su anhelo por aproximarse a los toreros de otra época. En unas imágenes de « Chicuelo » con el compás semiabierto, explicó que para él la naturalidad de un torero está en « colocarte con el toro como si estuvieras hablando con otra persona . Torear con los dos pies juntos se podría considerar como una antinaturalidad».

Durante la proyección de las imágenes se intercalaban explicaciones de « Chicuelo » sobre los diferentes tercios de la lidia. Así, en una cita sobre el tercio de muleta decía que «debe ejecutarse en línea, aunque hay que girar con la cintura y hacer el juego de muñeca». Urdiales se apropió de la anotación y señaló que «esto sirve para desmontar el tópico de que debemos traernos al toro detrás de la cadera ».

Antes de esta mesa redonda hubo un coloquio de alto grado histórico por parte del periodista José Carlos Arévalo y del profesor Andrés Luque Teruel –hijo de Andrés Luque Gago – .

Fue el análisis más objetivo y aproximado sobre la figura de Chicuelo y sus contemporáneos de los que se realizaron durante la cátedra.

« Cada pase un verso, cada serie una estrofa y cada faena un poema », así definió José Carlos Arévalo el toreo de muleta de «Chicuelo».

Luque Teruel quiso desmontar la teoría de que «Chicuelo» sea «el padre del toreo moderno »: « El toreo no es obra de un único artista , sino que es el fruto del trabajo de muchos toreros, como por ejemplo Joselito y su labor selectiva en el campo».

El profesor señaló a «Chicuelo» como un «valor regionalista» de Sevilla, que «debería ser Patrimonio Cultural de la ciudad ».