Álvaro Núñez: «Esto es una constante cura de humildad»

Por eso, cuando tras dar la vuelta al ruedo con el trofeo conseguido se marchaba a la enfermería, después de haber sido corneado al entrar a matar, el propio torero era crítico con su actuación . «No ha sido la alternativa soñada, tendría que haberlo matado mejor para que el toro cayera antes. ¿Si estoy herido? No. No es nada, el otro toro es mío, he venido a matar dos toros y no me voy a ir sin hacerlo». Desgraciadamente, el doctor Octavio Mulet y su equipo tuvieron que intervenirle de una cornada de siete centímetros que acabó con las ilusiones del chaval. Pero ha dejado su tarjeta de visita, que no es poco en una plaza como Sevilla.

Su apoderado, José Luis Segura, confirmaba la cornada y la intención de chaval de salir de nuevo, «pero es imposible. Lleva un agujero y han tenido que inervenirle.

Se esperaba como agua de mayo a José María Manzanares tras el triunfo rotundo del pasado viernes. Pero esta vez pintaron bastos y no pudo r edondear una Feria que, de no surgir nada extraordinario, volverá a ser suya, como la de los últimos años. El torero no podía ocultar su desencanto al finalizar la tarde. Él también, como todos nosotros, esperaba mucho de la corrida de Núñez del Cuvillo que, al final, quedó en agua de borrajas y sólo se salvó el primer sobrero, lidiado en primer lugar por López Simón .

El diestro de Alicante era de la opinión que su último toro, al que pudo enjaretarle varios muletazos que hicieron concebir esperanzas, de que « tenía la embestida recta . Marcaba mucho la querencia tanto el primero como éste que no tenía ritmo. Hemos pinchado, quizá le he pegado el toque muy fuerte y por eso ha caído baja. Yo he intentado solventar los problemas y estar por encima de los toros. También ha molestado mucho el viento , es muy difícil dominar la muleta de esa manera».

Realista en sus declaraciones era el ganadero Álvaro Núñez Benjumea: «la corrida no me ha gustado nada. El quinto ha tenido recorrido pero le ha faltado clase, iba a empujones. En general, se han aburrido muy pronto y han tirado la toalla. El segundo no tenía ni un pase. Han fallado toros que no tenían que haber embestido. Sin ir más lejos, el cuarto era hermano de padre y madre del jabonero del pasado año de Talavante en Zaragoza, que fue extraordinario, y éste no ha embestido . No es el primer petardo que pegamos y tampoco será el último. Esto es una constante cura de humildad».