Toros

Ramón Valencia: «Este ministro de Cultura es preocupante e inapropiado para la tauromaquia»

El gerente de la Plaza de Toros de la Maestranza se muestra «satisfecho» por el resultado final del abono de su temporada taurina

La Maestranza hace oficiales los carteles de las corridas de toros de la Feria de Abril 2024

Ramón Valencia es el gerente de la Plaza de Toros de Sevilla Manu Gómez

Esta semana dio oficialidad al abono de la temporada taurina en la que conmemora sus bodas de plata como empresario de la Plaza de Toros de la Real Maestranza. Confeccionados sus primeros veinticinco seriales, se ve con fuerzas, y relevo, para prolongar esta (casi) centenaria ... vinculación entre la Real Maestranza de Caballería y la familia Pagés.

–¿Satisfecho?

–Sí, bastante. Hemos acertado con los carteles, aunque el aficionado siempre pueda poner sus matices. Creo que será una buena feria.

–Usted se caracteriza por saber vender su producto, pero me parece menos eufórico que en años anteriores. ¿Puedo estar equivocado?

–A lo mejor es que estás confundido. Nosotros estamos bastante satisfechos, con la misma ilusión del año pasado. Hemos podido encajar unos carteles muy del gusto de Sevilla.

–Todos los años se atreve a predecir un número de tardes con el cartel de 'no hay billetes'. ¿Cuántas espera en 2024?

–Me atrevo a hablar de siete 'no hay billetes'. El año pasado fueron seis porque tuvimos la mala suerte del calor que hizo en abril, que nos quitó algo en la zona de sol.

–La confección de los carteles, como es costumbre, comenzó después de Navidad, pero el proceso ha sido especialmente lento hasta el resultado final.

–Generalmente siempre ha sido así. Con José Antonio [Morante] nos reunimos antes de Navidad como cabeza de abono que es.

–No se está valorando lo suficiente el hecho de que Morante asuma cada año el peso del abono. En 2024 toreará cinco corridas.

–Entiendo que se lo merece. Además, él valora de un modo muy especial a Sevilla. Como él ya te contó en una entrevista, fui yo quien insistió para que fueran cinco corridas. Lo admitió perfectamente y, como cabeza del abono, le ofrecí todas las ganaderías para que eligiera. Así debe ser.

–No sólo «valora de manera especial» a Sevilla, sino que parece ofrecer unas facilidades poco habituales entre los suyos: abre cartel en cuatro corridas y acepta hasta los días más 'difíciles' como el jueves de preferia.

–Así es. Pero al respecto del jueves de preferia, debo decir que todos los años he intentado convencer a los toreros de que puede ser un gran día. Eso facilita a la empresa. El cartel está bastante rematado, muy del gusto de Sevilla, y eso también ayudará. Aquí tenemos el problema de farolillos y no farolillos, cosa que no ocurre en otras plazas. En Madrid, por ejemplo, cualquier día es bueno, menos los lunes que descansan. Hay que abrir el ciclo para que cualquier día tenga interés.

–¿Cree que la polémica sobre el veto de Roca Rey ha podido enturbiar el resultado final del Domingo de Resurrección?

–Comprendo que algunos aficionados querían que el cartel fuera otro, pero no ha sido posible. Hay una serie de problemas internos que tendrán que resolver entre ambos toreros, y que desafortunadamente no se ha hecho a tiempo para que en Sevilla se encuentren. Manda quien manda y a ello me debo de someter, lógicamente.

–Durante la rueda de prensa, usted dijo exactamente que «preferían no torear con Luque y, lógicamente, me debo a ellos».

–Me debo a la calidad de Andrés, que es el número uno del escalafón, salvando a José Antonio Morante que está en otro circuito. Y si estoy hablando del número uno, tengo que darle esa categoría.

–De esta guerra resulta Sebastián Castella, beneficiado por su inclusión aunque damnificado por la disconformidad de la afición.

–Fue algo que decidí bastante tarde. Tenía claro que estarían Morante de la Puebla y Roca Rey, pero tenía mis dudas entre dos o tres toreros. Me decanté por Sebastián porque se lo merece: hizo una gran temporada, siendo triunfador de Madrid y abriendo la Puerta del Príncipe.

–Creo que el nombre de José María Manzanares estuvo sobre la mesa.

–Conversaciones no hubo con nadie, aunque sí estuvo en la lista. Lógicamente, es una oferta que agrada a todos.

–Y si Daniel Luque hubiese entrado en Resurrección, ¿vendría igualmente cuatro tardes o se hubiera quedado en tres?

–No te lo puedo decir, pero la posibilidad de que hubiese venido a cuatro tardes existe.

–Lo preguntaba porque esa cuarta tarde parece que ha sido un gesto de desagravio, como de reconocer la injusticia.

–No lo he planteado así. Le ofrecí una serie de corridas iniciales a su apoderado, que fueron de su agrado, y él me pidió una cuarta. No fue una imposición ni muchísimo menos.

–El trato a Juan Ortega ha sido exquisito.

–Sí.

–Lo digo porque muchos hablan de una mala relación con su apoderado, el empresario José María Garzón, algo que no parece haber afectado a la negociación.

–El nombre de esta casa es Empresa Pagés. Eso pesa mucho, y ante todo somos empresarios. Por mi parte no ha habido ninguna circunstancia ni tengo recelo con nadie. He creído conveniente ofrecer tres tardes a Juan, que por cierto ya estuvo muy bien tratado el año pasado.

–Si los papeles estuvieran intercambiados, ¿cree que recibiría el mismo trato de la otra parte?

–No lo sé. Sé cómo tengo que tratar a la gente.

–Hay otra serie de toreros, otrora puntales del serial, que ya aparecen una única tarde, como si se tratara de un ultimátum.

–Ahí está Borja Jiménez, al que aquí siempre hemos tratado lo mejor posible y que no terminaba de romper. Afortunadamente para él y para la afición rompió el pasado otoño en Madrid. Nunca se sabe, pero sí que has sabido apreciar determinados toques de atención que ahí están y que tienen que espabilar un poquito. Está claro.

–Hablando de Borja Jiménez: también viene con muchas garantías, aunque con el riesgo de una primera tarde 'complicada', no por el ganado, sino por la afluencia de público de esa jornada.

–Tengo otra visión al respecto y es lo que hablé con su apoderado: Borja tiene que reivindicar lo que hizo en Madrid y para eso necesita toros que le sirvan a él. No le pido que me llene la plaza, porque eso ahora mismo es imposible. Lo que quiero es que triunfe, y para eso necesita el toro. ¿Es ésa la corrida que se va a llenar? No, pero sí es la corrida con la que puede abrir la Puerta del Príncipe y eso es lo que tiene que servirle. Cuando lleve unos años triunfando llegará la ocasión en que lo ponga como cabecera de cartel.

–Imagino que ocurrirá lo mismo con ganaderías como Santi Domecq o El Parralejo, que no se mueven de las vísperas.

–Son dos grandes corridas, pero me está costando convencer a las figuras de que se apunten a ellas. Como el elenco de ganaderías es tan bueno, pues lógicamente se apuntan a lo que se apuntan. Me gustaría que algunas figuras matasen estas dos corridas y así poder ubicarlas en otro sitio.

–Este año se ha tardado en cerrar la Feria de San Miguel más de lo habitual, incluso se han terminado antes los carteles de las novilladas, cuando nunca ha sido así.

–Cierto es, no te estás equivocando, pero es por un motivo muy sencillo: eran las conversaciones que estábamos teniendo con Enrique Ponce y las cosas estaban a expensas de que aceptase venir a San Miguel y eso ha retrasado, aunque las ganaderías y algunos toreros como Morante, Andrés y Manzanares ya estaban puestos.

–¿Le hubiera gustado que Enrique Ponce se despidiera de Sevilla?

–Por supuesto que sí. Los apoderados no lo veían mal, pero Enrique no lo vio. Me hubiese gustado muchísimo que un gran torero que ha hecho historia se despidiera de Sevilla.

–Los taurinos dicen, seguramente de manera exagerada, que la carrera de un torero suele costar unos cien millones de pesetas [600.000 euros]. ¿Costará eso la de Zulueta?

–Pues no lo sé, yo sé lo que me ha costado la carrera de mis hijos.

–¿Y cómo está siendo la preparación del novillero?

–Bastante buena. Es un torero con gusto, elegante, que sabe y que tiene valor. Lo que tiene es que rodarse.

–¿No es algo precipitado ir ya a Valencia?

–Yo tengo otro concepto de lo que debe de ser la carrera de un novillero. Mimarlos excesivamente no creo que sea lo más conveniente. De novillero hay que probar todo: habrá cosas que no le gusten y ganaderías que sean más duras, pero son cosas que debe probar ahora. No hay que ser tan tiquismiquis. Ya llegará el momento de que tenga la posibilidad de elegir de otra manera.

–Es la antítesis del concepto de la familia Lozano.

–Bueno, yo me llamó Ramón Valencia y esta es la empresa Pagés.

–El lunes se presenta la campaña de promoción.

–Creo que va a ser bonita. No puedo decir más.

–¿Sigue sin pedir ayudas pese a lo que supone la temporada taurina como foco de atracción turística?

–No hemos pedido ayuda a nadie. En el mundo del toro poca gente se vuelca a ayudar, aunque debo decir que tengo la ayuda institucional de la Junta de Andalucía y de la actual corporación municipal, también de la anterior. De hecho, el cartel que sacan de Fiestas Mayores es más taurino que otra cosa. Eso quiere decir que la feria taurina es muy importante.

–Hablando de administraciones, ¿le preocupan las últimas declaraciones del ministro de Cultura?

–Las últimas, las primeras y cuando no era ministro. Es preocupante e inapropiado para la tauromaquia. Cuando una persona no tiene un cargo de importancia puede tener las opiniones que quiera, pero una vez que está dentro de Cultura debe medir mucho más sus comentarios y ser más prudente. Está en su derecho de que no le gusten los toros, pero debe respetar y no meterse con ellos, es lo mínimo que debe hacer un ministro.

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