Ramón Valencia advierte sobre una posible falsedad documental de José María Garzón y éste le responde: «Estoy bastante cabreado»

Tras conocerse hace sólo unos días que la empresa de José María Garzón se había hecho nuevamente con las riendas del coso de Cuatro Caminos tras imponer su oferta sobre la que habían realizado conjuntamente Ramón Valencia y Toño Matilla, este lunes se ha sabido, a través de El Diario Montañés, que estos dos han exigido que la firma del apoderado de Diego Ventura, Andrés Caballero, «sea examinada por el secretario municipal y que, en caso de demostrarse que la rúbrica es falsa, sea anulada la adjudicación a Lances de Futuro».

ABC se ha puesto en contacto con José María Garzón, quien reconoce estar «bastante cabreado, a la vez que triste». Las preguntas las inicia Garzón a través de la línea telefónica: «¿Crees que soy capaz de falsificar una firma?». El empresario sevillano, al que los aficionados le adjudican una posición enfrentada a la empresa Pagés desde hace varias temporadas, asegura tener su conciencia «muy tranquila» y ofrece concertar una cita personal para mostrar los mensajes de WhatsApp con el apoderado de Diego Ventura.

Según explica José María Garzón, la oferta que presentó al Ayuntamiento de Santander para la adjudicación del coso de Cuatro Caminos «no lleva la firma de nadie porque es un precontrato que todos los apoderados me autorizan a presentarlo. Se trata de una autorización verbal, aunque en el caso de Diego Ventura la tengo comprometida y acordada por WhatsApp con las cantidades que que ganará en Santander, Málaga y Almería».

El empresario sevillano asegura que en su oferta sólo aparece la firma «P.P.» (per pro), como confirmación de haber sido delegada en él la responsabilidad de firmar este precontrato. Tras conocerse la noticia de El Diario Montañés, Garzón ha tratado de contactar, sin éxito, con el apoderado de Diego Ventura. ABC también lo ha intentado, igualmente sin éxito, así como con Ramón Valencia, quien ha declinado hacer cualquier declaración al respecto.

Sobre la posible mala relación con Ramón Valencia de la que tanto hablan los aficionados, José María Garzón asegura «no tener nada con él» y pone como ejemplo la doble contratación del novillero Javier Zulueta, al que apodera el hijo del gerente de la empresa Pagés, para las plazas de toros de Morón de la Frontera y, precisamente, Santander. «Respeto mucho a la empresa de Sevilla y estaba en su derecho a presentarse al concurso, aunque me extrañó mucho porque no había ido a concursar a ningún otro sitio», dice Garzón en referencia a que le hayan intentado arrebatar el gran feudo de su empresa.