Morante le entrega el rabo de Ligerito a Rafael de Paula en Sevilla
Tras la histórica faena del matador cigarrero a Ligerito, al que le cortó dos orejas y un rabo y le valió la Puerta del Príncipe, entregó el apéndice de la res de Domingo Hernández al mítico torero jerezano
Desde el callejón, Rafael de Paula ha asistido a todas las corridas que Morante de la Puebla ha lidiado en la Maestranza desde que comenzara la temporada el Domingo de Resurrección, en un cartel compartido con 'El Juli' y Roca Rey. Y la ... de este miércoles no fue una excepción. El matador jerezano, que fue apoderado del cigarrero, presenció desde primera línea la faena histórica que protagonizó Morante junto a Ligerito, al que le cortó las dos orejas y el rabo. Tres trofeos que le abrieron la Puerta del Príncipe y las de la gloria de la tauromaquia.
Pero antes de marcharse a hombros de la Maestranza camino del Hotel Colón, Morante quiso regalar el rabo de Ligerito a Rafael de Paula, quien lo recibió emocionado por lo que aquello representaba para la historia del toreo. Un acontecimiento de esta magnitud no se producía en la plaza de toros de Sevilla desde que Francisco Ruiz Miguel se lo cortara a Gallero, un toro de Miura hace 52 años.
Conocida es también la estrecha relación que guarda Morante de la Puebla con el abogado sevillano Joaquín Moeckel, a quien le regaló uno de los alamares de su chaquetilla como recuerdo imborrable de una tarde excepcional.
Y Morante..... no hace falta decir más. Uno de los que llevabas hoy me lo has dado para mi. Me llevo un trocito de tu historia en el corazón. Que torería madre mía. Viva los baratilleros grandes !! pic.twitter.com/u7lSFQDe3s
Francisco Ruiz Miguel, matador de toros de la Isla de San Fernando, cortó el último rabo en la Maestranza hace 52 años, hasta la faena apoteósica de Morante de la Puebla este miércoles de feria de 2023 que quedará para el recuerdo. Sucedió un 25 de abril de 1971. El matador llegó a Sevilla como sustituto y corriendo tras sufrir un accidente a lidiar una corrida que lo consagró como torero y en la que la ejecución de la suerte suprema jugó un papel fundamental. Ruiz Miguel sólo tenía un año de alternativa, pero a partir de entonces su vida cambió, y aunque la Puerta del Príncipe no se abrió para él, como el propio Ruiz Miguel afirmó en el cincuenta aniversario de la efeméride, «'Gallero' y yo nos acoplamos y aquello surgió. Como cuando surge el cante hondo y puro. Tengo la faena metida en la mente.»
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