El Cordobés y Roca Rey recogen los Premios Andalucía de Tauromaquia, «una expresión de libertad»

La terna que ha hecho el último paseíllo camino al escenario antes de dar comienzo a la gala ha estado compuesta por el propio presidente, El Cordobés y Roca Rey, que han cruzado el salón acompañados de 'La oración del torero' de Turina interpretado por el cuarteto de cuerda de la Fundación Baremboid-Said con la intención de dar mayor solemnidad a un acto muy entretenido presentado por la periodista Noelia López.

Se trataba de reconocer la figura del diestro de Palma del Río, «que marcó una época histórica en el mundo de la tauromaquia» y que ha emocionado y divertido al respetable con un discurso en parte cantado. «Soy medio poeta», ha dicho el diestro cordobés con su espontaneidad característica. El año que viene cumplirá 90 años. Manuel Benítez ha entonado su 'Recuerdo de cuando era maletilla' y ha contado una anécdota en una tarde sevillana y su encuentro con la Esperanza Macarena. «Esto no lo puede tocar nadie. Es nuestro», ha repetido el V Califa del toreo en su defensa de la fiesta.

Genio y figura, el torero ha hecho gala con su persona de las cualidades más repetidas durante el acto: verdad y libertad. Quizá no haya sido un manifiesto rotundo en cuanto a palabras, pero sí redondo por su propia personalidad, que ha dibujado posteriormente el presidente de la Junta: una «fuerza de la naturaleza», una figura que es una «leyenda», «un temperamento», «una filosofía, algo irrepetible que vino con él y se irá con él».

Así, en su intervención, Moreno Bonilla ha destacado que estos premios «son una expresión de libertad». El presidente ha informado de que esta misma tarde se aprueba el nuevo Reglamento Taurino de la Junta por el que se agilizará la burocracia y que ha sido fruto del «consenso». La norma supone una declaración de intenciones que coloca a la comunidad en el «liderazgo» de la fiesta.

Una posición vanguardista que, ha recordado el líder andaluz, viene reforzada por otras muchas medidas autonómicas en favor de los toros. «La apuesta fuerte por las escuelas taurinas, la ayuda a las ganaderías, la retransmisión de novilladas y corridas en Canal Sur y todo ello, en permanente diálogo con el sector».

Juanma Moreno ha reivindicado un espacio de libertad y el «máximo respeto a quien tiene derecho a disfrutar de los toros», al igual que ha manifestado el mismo respeto que merecen quienes no sean aficionados. «Somos diversos y plurales, hay que mantener el máximo respeto y ser conscientes de que las sociedades libres progresan más», ha insistido. Entre sus argumentos, los nombres reconocidos en esta segunda edición de unos Premios que comenzaron como defensa pero que ya se han convertido en tradición. Ellos encarnan el arte, la cultura, la creación de industria, la tradición y también el medio ambiente.

Sobre estas últimas patas tiene mucho que ver el Premio Veragua a la ganadería de reses bravas, que ha sido entregado al hierro de Juan Pedro Domecq. Fundada en 1930 por el gaditano Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, ha consolidado un encaste propio, madre de muchas ganaderías en la actualidad y sin el cual no se entendería la tauromaquia moderna. Juan Pedro Domecq Morenés también ha contribuido a recordar la lírica que envuelve al mundo del toro con la lectura de un poema de su abuelo, el «cincelador del Juan Pedro». Unos bellos versos de gran hondura para agradecer, pero también para poner en valor, un trabajo que hace más por la España vaciada que esos que lo dicen de «boquilla». «Este es el premio de todos los ganaderos de fe y alma verde», ha comentado el ganadero, que ha dedicado el premio a su padre, que le inculcó la pasión por el toro, y a su amigo Ramón Ybarra, «fuente de sevillanía», además de a su mayoral Emilio, su «fiel escudero».

El Premio Hemingway a la divulgación artística ha recaído en dos de las figuras del momento, el cineasta Albert Serra y el torero Andrés Roca Rey, por la película documental 'Tardes de Soledad', galardonada por el Festival Internacional de San Sebastián con la Concha de Oro. Este largometraje refleja y profundiza en los valores, la ética y la épica de la tauromaquia, y recoge la riqueza, la belleza y la fuerza de la fiesta de los toros a través de actuaciones de Roca Rey en plazas como Madrid, Sevilla o Santander, accediendo a un grado de intimidad y proximidad muy grande con la vida del torero.

Serra ha recogido el premio también de manos de Juanma Moreno y ha extendido el agradecimiento y felicitación al maestro Roca Rey por su generosidad y ayudar a crear un «retrato rico, riguroso, trascendente de este espectáculo». El cineasta ha subrayado que su obra, que hoy se estrena en Francia, valdrá la pena si sirve para eliminar un debate que «sólo se fija en un pequeño elemento». En este sentido, ha explicado que «si hay algo de crudeza es porque la trascendencia del espectáculo lo requiere, es un ritual».

Más combativas han sido las palabras del diestro peruano, que ha dicho sentirse «responsable» por recibir un premio de una tradición que comparten millones de personas. «La Tauromaquia está más viva que nunca», ha resaltado, aunque ha mostrado su pesar porque en México se promuevan leyes contra prácticas en el ruedo que restan «autenticidad» y «elimina libertades». «La Tauromaquia no se impone, se elige», ha expresado para sentenciar, como ya hizo hace unos días, que «el hombre está para crear, no para quitar. Aquí estamos y no nos vamos».

Por su parte, el periodista y escritor Juan del Val ha sido merecedor del Premio Puerta Grande a la promoción de la fiesta. El jurado lo ha destacado por su defensa y reivindicación de la tauromaquia sin complejos en los distintos programas televisivos de máxima audiencia en los que colabora como 'El Hormiguero' o 'La Roca'. Pero en su discurso de agradecimiento, que ha dedicado a su padre por llevarle un día a los toros y crear en él una afición que le ha hecho «mejor persona y más feliz», el comunicador ha dicho no ser merecedor de un reconocimiento porque simplemente «defiende lo que ama». Del Val ha insistido en que a los políticos hay «que juzgarles por lo que hacen», y en este sentido, «la Junta está apoyando la fiesta». Este escritor, que inició su carrera como periodista taurino, ha reivindicado los valores que transmiten este mundo: «verdad, honestidad y valor».

Además, se ha concedido una mención especial del jurado a la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (Ructl), asociación europea profesional ganadera de toros de lidia fundada en 1905 y que representa a 347 ganaderías de España, Portugal y Francia. Andalucía es la región con más presencia ganadera de la Ructl de España, con más más de 140 ganaderías. Antonio Bañuelos, su presidente, ha recogido el premio de la mano del consejero de Presidencia, Antonio Sanz, y ha agradecido el reconocimiento que entiende «oportuno» y les da «mucho ánimo» en un año lleno de eventos por la conmemoración del 120 aniversario de su creación. Bañuelos ha explicado que esta institución lleva generaciones transmitiendo «los secretos de la transmisión genética del toro, un trabajo arduo y que aún no sé he recuperado del COVID».

Al acto han asistido, entre otras personalidades, el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre; el secretario general de Interior, David Gil; el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz; la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo; el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández Pacheco y algunos alcaldes de distintas localidades como Écija, Ronda, La Campana y Los Molares.

Dentro del mundo taurino también han acudido Antonio Sánchez 'El Tato'; Eduardo Dávila Miura; el empresario Ramón Valencia; los presidentes de la Real Maestranza, Fernando Fernández Figueroa, Gabriel Fernández Rey y Macarena de Pablo Romero; el empresario José María Garzón; el novillero Javier Zulueta; José Luis Galloso y Francisco Luis Miguel; los ganaderos Victorino Martín, Antonio Miura, Concha Yoldi y Rocío de la Cámara; el editor David González Romero y Carmen Tello.